Tomar la palabra - Cuarta parte

PANTALLA HORIZONTAL
por Fernando Buen Abad

Para mirar paisajes y horizontes de manera más o menos completa, son recomendables, juntas o separadas, (además de otras cosas) las escaleras, las lentes binoculares, una silla, una mesa... una montaña. Herramientas que no son el paisaje aunque estén contenidas, que no son la mirada aunque la facilite, que no son indispensables aunque sean muy útiles y que no son la totalidad aunque dejen mirar mucho. Tal cual, el Primer Festival Internacional del Documental Tres Continentes fue silla, mesa o montaña para que nos trepáramos a mirar un paisaje horizontal, complejo, aleccionador y pasmoso. No todo y sí mucho.Un movimiento de Documentalistas para serlo precisa moverse. Parte de su ser es la acción, la movilización, pues. Pero hay movimientos y movimientos. Algunos incluso no se mueven. El Movimiento de Documentalistas que ideó, organizó y movilizó el Festival Tres Continentes se nutre con ideas muy diversas pero coincidentes en la posibilidad de hacerse en movimiento para perfeccionarse en la práctica. Movimiento no necesariamente es mezcolanza, clientelismo, contubernio. Este Movimiento de Documentalistas es producto de sus pretensiones y sus muchos sueños que en la práctica maduraron su independencia.Acción, pues.Este Primer Festival Internacional del Documental Tres Continentes, no exento de limitaciones, contradicciones y algunos desaciertos, sintetiza el espíritu general del Movimiento de Documentalistas. Es su espejo, su resumen, su informe de actividades. Todo lo que fue (desde los Festivales Nacionales) y mucho de lo que será. No es sólo la sinopsis de un año de trabajo, convocatorias y debates. Es mucho más. Es el producto de una movilización de voluntades que quieren construir las sillas, mesas o montañas necesarias para contribuir a hacer visible todo documento sobre el paisaje complejo, hoy por hoy, de las realidades y luchas sociales hacia una vida digna. Es decir, sin explotación. Todo lo pensado, dicho y hecho durante la preparación del Festival es aproximadamente igual a lo dicho, hecho y pensado para la creación y organización del Movimiento de Documentalistas sólo que con más movilizados. Son indisociables porque son lo mismo.Luego de mirarlos documentales, que cada cual quiso o pudo, durante el Festival Tres Continentes, nada es igual. No debe serlo. Nadie se baña dos veces en el mismo Festival. País por país, región por región, persona por persona, la realidad nos espejó y nos definió lugares nuevos. Unos en la pantalla, otros frente a ella, nos “miramos” lo idéntico y lo diferente, las realidades y las necesidades. Inexcusablemente intercambiamos posiciones y nos vimos como ese uno que somos aunque nos fragmenten en clases de todo tipo. Ahí estuvimos informándonos, enfureciéndonos, emocionándonos a cada pantallazo que nos propinó esta movilización de imágenes. A cada cual el salto cualitativo de la conciencia que le corresponda, que se merezca, que se permita. ¿Para qué otras cosas ha deservir este Movimiento de Documentalistas.Todavía no sé si ésta es la mejor manera de organizar un Movimiento y un Festival, a cada cual se le antojan estrategias y tácticas diversas. Tengo algunas criticas y estoy obligado a convertirlas en propuestas. Pido más trabajo teórico, pido más experimentación, pido más investigación. Hubo durante el Festival un hervidero de ideas, debates por aquí y allá, gustos y disgustos, por los documentales, por las ponencias en el Foro, por lo que faltó y lo que sobró. Pido que no se pierda esa riqueza. Pido un Festival de más continentes. Propongo un espacio permanente, de acopio e investigación, preparatorio de todos los eventos venideros.Este Festival Movimiento silla, montaña y/o escalera, no pudo ser usado por algunos trepadores. Resultó resbaloso como algunas montañas de Chiapas a donde no llegan tan fácilmente ciertos aparatos. De cualquier tipo. Este Festival que sirvió para mirar el paisaje complejo y desafiante de muchas realidades es y será, según dije, como esas montañas de Chiapas que tienen arriba una horizontalidad en movimiento.Como una pantalla de cine con películas rebeldes.¿Cómo convertir esta experiencia en convocatoria nueva? ¿Cómo asegurarnos de acometer con autocrítica la ampliación de los paisajes y la horizontalidad? ¿Cómo hacer que este Festival de muchos mundos movilice mejor al Movimiento de Documentalistas y viceversa? Con más trabajo, no hay dudas.No hay horizontalidad que valga si niega toda relación dialéctica con sus propias coordenadas verticales. No otras, las propias, las que “mandar obedeciendo”, las que obedecen el mandato de los más organizados críticamente para una práctica transformadora en todas sus dimensiones. Hay que perfeccionarla organización y la práctica. El Movimiento de Documentalistas será revolucionario o será nada y cada paso dado implica la responsabilidad poética de auto superarse. Eso implicará mayor y mejor inserción con obreros, campesinos, estudiantes, desocupados. El Movimiento de Documentalistas deberá potenciar sus tesis, madurar sus tácticas y estrategias, hundir su ser y modo de ser en un debate consigo mismo y con otros que le aseguren mayor profundidad teórica y práctica. Contra todo sectarismo.Toda la peste tóxica del imperialismo que agoniza, descarga por estos días su peor furia esclavizante. Lo vimos en todos o casi todos los documentales exhibidos. Vimos la miseria, la muerte, la tortura... vimos la desolación, la desesperanza y la crueldad infinita. Vimos cómo todo puede empeorar y que no existe solución mágica ni mesiánica. También vimos de qué manera los pueblos aprenden se organizan y luchan para salvarse a sí mismos. No pocas veces quienes asistieron, extranjeros o nacionales, coincidieron en la necesidad de una lucha común anti imperialista que cada cual a su modo invoca para que se emancipe la humanidad y recupere su dignidad más portentosa. Esto también fue una misión cumplida por el Festival ypor el Movimiento de Documentalistas.Muchos pronósticos se colmaron, muchas expectativas de rebasaron desde que comenzó a organizarse el Movimiento de Documentalistas, pasó lo mismo con el Festival. Todos nos subimos a la silla, mesa... montaña en que se convirtió el Festival y miramos un paisaje ancho y desafiante de otros y de nosotros. Era esa una misión del Festival. Todos sabemos que no resultó perfecto, eso es imposible por inexacto. Se trata de una misión cumplida en un camino que quiere, puede, debe ser largo. Es una misión cumplida, siempre provisionalmente... inacabadamente. Con futuro. Como debe ser, pues.

PANTALLA PANORAMICA DE TRES CONTINENTES
por Fernando Buen Abad

El Festival Internacional 3 Continentes de Documental, Venezuela 2005.

Un Festival de Documentalistas que sólo sirva para exhibir películas es un desperdicio. Ya no estamos para eso. Un Festival de cine y video documental será una intervención social y cultural, un espacio de lucha semiótica, una movilización organizada, un ascenso de la conciencia o será nada. Hay tantos, "festivales", "muestras", "concursos", "retrospectivas"... dedicados a los documentales, que sería imperdonable la aparición de otro sin una distinción vívida que defina sus cualidades y sus luchas. De lo otro ya tenemos suficiente. Este es un Festival que no tiene dueños pero emerge de un Movimiento1[1]. Es una acción que se arma a fuerza de encuentros aquí y allá, una trashumancia de necesidades que encontró en las imágenes documentales una coartada guerrera y un lugar para imaginar y construir saltos ecuestres de la conciencia en pie de lucha contra lo que la aliena. Eso no se logra sólo con la exhibición de películas. Es un Festival que se propone hacer con los que hacen y, esta vez, hacer con VIVE TV, que valla si hace con lo suyo y desde lo suyo. Nunca más oportuno, éste encuentro de trabajadores de la comunicación, Movimiento de Documentalistas y VIVE TV, cuando el viento negro neoliberal, el aliento fétido del imperialismo, anda por el mundo saqueando materia prima y robando a los trabajadores. Nunca más oportuno cuando es indispensable y urgente una convocatoria mundial a los trabajadores de la producción audiovisual, un encuentro organizado para avanzar unidos sin uniformes hacia consensos comunicacionales en todo el mundo. Nunca más oportuno ahora que es indispensable y urgente mirar, en acción, lo que nos, lo que nos duele y lacera, lo que nos une y convoca... mirarlo en documentales y con documentales para movilizarnos de mil modos.Es un Festival que ha de cumplir sin sectarismos tareas no dogmáticas ni burocráticas. Como siempre, como se debe. Es un Festival que no rendirá culto al ocio burgués, ni a la mirada pasiva, ni al intelectualismo sedentario, ni al snobismo mercenario. Es un Festival que no ha de fallar al principio solidario del respeto por el trabajo de los compañeros ni a la crítica fraternal alimentada con autocríticas. Es un Festival que ha de ser serio sin ser solemne y que ha de ser rico sin acumular bienes. O será nada.Este festival ha convocado durante cuatro años la solidaridad no complaciente de documentalistas capaces de mantenerse en pie de lucha con dignidad. Ha trabado vínculos de trabajo con compañeros que hacen sus películas a fuerza de trabajo transformador y sin complacencias. Que no se bajan los pantalones para coger becas, sueldos o cargos burocráticos. Que valoran lo que es urgente valorar. He ahí el acuerdo de trabajo con VIVE TV, por ejemplo.Este Festival trata de intervenir organizadamente pero de manera crítica. Para todos lados. Es una necesidad metodológica que se moviliza hacia las salas de cine, escuelas, oficinas, estudios. Una intervención que camina atenta a las necesidades expresivas y a la lucha de clases como proyecto de un Movimiento de Documentalistas, grande y creativo, que entiende que hay que poner en claro cuál es la conciencia de nuestra fuerza y nuestras coincidencias de rumbo. Transformar el mundo. La realidad no es cosa del otro mundo.Este Festival comparte con la Revolución venezolana una pasión magnética por entender y transformar la realidad. Realidad que es objeto de estudio e intervención para los documentalistas, realidad que es problema mayor e interrogación extenuante, inagotable y exigente donde los documentalistas acrisolan, con praxis de clase, sus herramientas metodológicas y sus producciones. El Festival está enamorado, y no de ahora, de ese espíritu revolucionario, de ese pueblo insurrecto que desde abajo transforma la realidad venezolana. Que va en la ruta de la Revolución. Realidad revolucionaria que es necesaria en el planeta entero.Este Festival entiende que la "realidad", es decir el mundo concreto con sus riquezas concretas, con las fuerzas productivas, está plagada de calamidades... entiende también que no es "indefinible", cosa sólo de la "razón", de la "imaginación" o del "estado de ánimo". Que la realidad no es inasible ni idealizable ni extraterrestre.. Que la realidad está aquí y ahora con su historia y fututo lista para que se la transforme en algo mejor esta vez bajo el acuerdo de todos. Que debería ser hecha por todos y que debería ser una expresión de libertad y de felicidad humana; sin explotación, sin miseria, sin alienación.Mostrar documentales no tiene en este Festival el propósito de crear una galería de "hechos" intocables. No pretende abrumar con documentos dolorosos ni inmovilizar con tristezas audiovisuales. Pretende ofrecer el trabajo de los documentalistas que, de una manera u otra, han trabado un debate con esa realidad que les acucia, o maravilla, para abrir un espacio por donde la conciencia pegue un salto cualitativo y nos movilice.Formamos parte de la realidad que es inmensamente rica y contradictoria, las pruebas están en todas partes, su complejidad es asombrosa y es modificable en su totalidad aunque, a veces, nos parezca que vamos al porvenir con los pies descalzos. Falta de empleos, de atención médica, de educación, de vivienda. El hambre, el desempleo, la ignorancia, la inseguridad, la corrupción, la violencia, la discriminación, son notas esenciales para definir la realidad pero son también espacios donde de hecho se lucha realmente en estos mismos momentos. No es una lucha fácil pero más difícil será si se la ignora, si no se documentan sus estragos, si no le vemos el rostro, si no vemos claramente cómo se expresa y si no vemos cómo se lucha y se resiste heroicamente, en todas partes. He ahí la fuerza del documentalista y la importancia del Festival. Nada está aislado del torbellino de la realidad mundial. Es estos momentos es muy importante que estudiemos críticamente todas las manifestaciones del imperialismo. Es hora de poner cuanta herramienta conquistemos al servicio de la emancipación humana con lo mejor que ha logrado la civilización para establecer cuanto espacio de análisis sea necesario para que la conciencia se comporte como ráfaga de aire fresco contra esta atmósfera contaminada por las emanaciones cadavéricas del capitalismo. Que ver sirva para pensar, y, que ver y pensar sirvan para actuar.No es fácil. Las tareas de un Festival que pretende ser serio son tremendas, las dificultades innumerables. Es necesario hacer ver el poderío de los trabajos documentales al exhibirlos y dedicar tiempo y atención a su análisis. Sabemos que los acontecimientos que amenazan a la humanidad no dejan piedra sobre piedra. Un Festival como este es un trabajo no doctrinario dedicado a ponerlo en claro y a enfrentarlo. Esto es cada día más cierto y pos eso muchos documentalistas asumen una responsabilidad histórica y una entrega completa que nos regalan como compensación extraordinaria la conciencia de participar de la construcción de movimiento mundial de trabajadores de la imagen y los imaginarios más fuertes, no atemorizados, más lúcidos. Este Festival responde a un programa colectivo forjado en la experiencia de base y con vocación, acaso obligación, de intervenir en el presente, de no dejar que la realidad siga siendo este espectáculo inhumano y denigrante, obsceno y excluyente,... Este Festival 3 Continentes pretende superar toda "mirada" y todo quietismo armado con su Movimiento, acción transformadora, que es fuerza de aprendizaje y praxis desde abajo y al lado de los compañeros que han venido aclarándole consensos y rumbos.El Festival Internacional 3 Continentes está en campaña... otra campaña, y ha de ser coherente si ha de pretenderse vivo más allá de sus logros [2]. Ese es en todo caso el desafío de la independencia semántica en la independencia política que defiende como una de sus convocatorias para la emancipación definitiva de los documentalistas que, como trabajadores de las imágenes, buscan caminar hermanados con los movimientos sociales y las luchas revolucionarias. Hasta ahora muchos documentalistas se han dedicado a reflejar la realidad... de lo que se trata es de transformarla. Y de eso, esperamos, este Festival tendrá imágenes muy claras. Vamos a ver. Y no sólo.

PARA RAYMUNDO EN NUESTO DIA
por Jorge Falcone

Hubo una época en que el único cine posible fue documental. En eseentonces, un Día de los Inocentes de 1895 para ser más precisos una”diapositiva” monocromática y silente se convirtió en locomotora en marcha hacia el público. Y fue como para decir una vez más: ,”Que la inocencia les valga”. Que no era la vida misma como pretendiera el diario Le Post sino el origen de un arte desconocido, de una industria en ciernes, y de un nuevo standard en la representación de la realidad. Prosiguió su marcha aquel tren cuya primer escala fue Lumière. Y arrivó a una latitud donde el mundo se convulsionaba en tránsito hacia un nuevo orden social. Y esa estación se llamó Dennis Kauffman, más conocido como Dziga Vertov, que tuvo fe ciega en el objetivo de su cámara. Y la cargó a bordo del convoy para documentar el primer ensayo del sueño de Marx y Engels, de Trotsky y Lenin, sobre la faz de la tierra. Y recibió estrictas instrucciones del estado en pos del más absoluto realismo, pero siempre se las ingenió, “El hombre con la cámara”, para dejar poesía en todos los rincones de su obra.Y más luego nuestro tren arrivó al ártico. Concretamente, a la Bahía deHudson, y esa escala se llamó Robert Flaherty. Y nos dejó como herencia la pertinacia de quien no cede al siniestro que consume la primera construcción de un iglú. Y reincide, si es preciso, subordinando la realidad a su mando. Y estrenando “Nanook”. Y la familia del esquimal se excusa, ante el estreno, porque este ha sucumbido en una partida de caza frente a un oso polar. Y como pasará más tarde con el cañero Ramón Gerardo Reales, esos protagonistas de una nueva mirada no llegan a enterarse que ya son parte de la historia.Y en la estación siguiente, que se llama Grierson, contemplando “Moana”, esta mirada se bautiza con el nombre de documental. Y deja una sola obra quien saca del anonimato a nuestro oficio sobre el sacrificio del pescador de arenques. Pero también nos deja la Escuela del Documental Británico, que comparte con Cavalcanti, Hitchcock, Mc Laren. Y dice, ya confinado a trabajar para una dependencia estatal, “si vamos a abordar la historia del correo, contemos la biografía de una carta”. Y entonces el tren arriva a una de las estaciones más solidarias, que se llama Joris Ivens. Y que, lejos de todo pintoresquismo, procura la verdad en los campos de batalla. Y, en tiempos de desalambrar, nos posa su mano generosa sobre el hombro saliendo padrino de la Cinemateca Uruguaya. Y va al encuentro, ese tren, de otra escala, etnográfica, que en el nortese llama Jean Rouch y en el sur Jorge Prelorán. Y es entonces que “elbuen salvaje” de Flaherty abandona la construcción de iglús, adquiere voz propia y arma, en pleno Chaco, un órgano de caña para interpretar a Bach. Y la “barbarie” se yergue ante el “mundo civilizado” con el nombre de Hermógenes Cayo.Para entonces, ya vienen flanqueando a nuestro tren las manos cobrizas de América, que claman al mundo “¡Tire dié, tire dié!”. Y de paso por el caribe, saluda ese tren al noticiero de una tierra joven, que despierta de la pesadilla del capitalismo salvaje y, de la mano de Santiago Álvarez, recurre sin prejuicios al futuro videoclip y al fotomontaje. Para muchos pueblos es aún noche cerrada, mas desde el sur del mundo, crece la resolana que anuncia el arrivo de La hora de los Hornos.Entonces sí, llegamos por fin a la estación prevista por un viaje tanarbitrario como provisorio, porque ya están dadas las condiciones ennuestra tierra, después de tres años de relevamiento etnográfico y enmedio de la pólvora, para que surja Raymundo, intelectual orgánico delmovimiento revolucionario al igual que Walsh y venido al mundo para imprimir la historia en celuloide, a razón de veinticuatro fotogramas por segundo. Al decir del autor de “Operación Masacre”, “sin esperanza de ser escuchado, con la certeza de ser perseguido, pero fiel al compromiso (...) de dar testimonio en momentos difíciles”. Nuestro tren viene marchando desde hace 107 años. Si hay una estación terminal para su viaje, se llama DIGNIDAD DEL HOMBRE. 27 de Mayo de 2002, en el Día del Documentalista.

POESÍA DOCUMENTAL
por Jorge Falcone
Hacia una lírica de emergencia.
Ponencia para "Segundas Jornadas de Arte Público Latinoamericano - Buenos Aires- 2004" celebradas en Gráfica Chilavert Recuperada, del 12 al 16 de octubre.

"El gran poeta de la revolución es el pueblo"Francisco UrondoAlbores del Siglo XXI: Composición de lugarEn su "Divina Comedia" el Dante comenzaba diciendo "En medio del camino de la vida, me descubrí perdido en selva oscura...". No es mal comienzo para que un sobreviviente de la dura experiencia de los años setenta intente un alto en su itinerario de modesto trabajador de la cultura, de productor de bienes culturales, y revise en voz alta en qué consiste -por ejemplo- la literatura que propone. En una bisagra de la historia que exhibe desde el espejo retrovisor la caducidad de las dos grandes identidades nacionales desde las que el pueblo argentino viniera peleando por un destino mejor -yrigoyenismo y peronismo-, y desde el parabrisa un mundo multipolar en reacomodamiento, con una potencia hegemónica belicista capaz de poner en riesgo el futuro de la especie, enfrentada a países periféricos que -más allá de la auspiciosa e incipiente instancia del Foro Social Mundial de Porto Alegre- no han logrado coaligar aún sus intereses como en aquel escenario de la no-alineación, vengo dirigiendo mi trabajo literario prioritariamente hacia las nuevas generaciones, víctimas preferenciales de un largo y esmerado proceso de vaciamiento de conciencias. En ese camino he resuelto no autocensurarme, cualquiera sean las consecuencias que me toque afrontar. Esto no sólo implica un gesto elemental de honestidad intelectual, sino asumir públicamente la cuota-parte de responsabilidad que me cabe como protagonista de los hechos que narro. Por eso no me cuido de explicitar mi pertenencia al tronco ideológico nacional, popular, y revolucionario alimentado desde el fondo de la historia por las grandes mayorías , aunque ese legado estorbe. Nombro frecuentemente a la oligarquía porque esa clase social parasitaria y retrógrada no admite eufemismos que encubran su culpabilidad histórica respecto al estado de postración que hoy padecemos. Y también me permito ironizar a menudo sobre la gobernabilidad vigente, porque sostengo que nuestro deber de argentinos es transformar la Colonia en Nación, y no darle una mano más de pintura.La poesía es inherente a la naturaleza de los pueblos.En repetidas ocasiones se ha polemizado acerca del patrimonio de la "inspiración creadora", como si esta pudiera aflorar mágicamente entre pocos y negarse sistemáticamente a otros muchos. En lo que a poética se refiere, yo parto de la base de que el nuestro es un pueblo que canta. A su modo en el interior, a su modo en la gran urbe, pero el nuestro es un pueblo que tiene por costumbre -como tantos otros- cantarle a su desdicha y su alborozo. Se ve en las canchas, en las peregrinaciones religiosas y, obviamente, en las concentraciones políticas. Y es un pueblo con mucha inventiva. Lógicamente, yo emito este juicio desde una latitud determinada (pese a que he recorrido casi toda la extensión de nuestra geografía). Nací a hora y media del Puerto de Buenos Aires y tengo, por ende, una cosmovisión provincial y ciudadana. Por eso mismo creo que planto un pié sobre José Hernández y otro sobre el Grupo de Boedo. Bonaerense al fin, esas son mis referencias principales. Y es desde ese enclave que constato a diario lo que afirmaba anteriormente: La enorme capacidad de nuestro pueblo para sublimar su realidad cotidiana. Viajaba recientemente en un taxi bajo el cielo gris plomizo de la capital, filosofando con el chofer acerca de las coincidencias del rigor climático y el de la actualidad socioeconómica, cuando el hombre, después de guardar un reflexivo silencio, se volvió hacia mí espetando: "Lo único que nos falta es que la primavera se rechifle y también los largue en baranda". Si lo traigo a colación es para que recapaciten los desprevenidos que suponían que en ese diálogo el poeta era yo.El poeta como ladrón de la imaginería popularEn todo caso, la habilidad de quien ha elegido una poesía referencial como su medio de expresión será la de percibir y capturar los datos de aquella esencialidad que -según el autor de "El Principito"- sería invisible a los ojos; lo que a mi leal saber y entender, y como tantas otras cosas, se logra a fuerza de observación y trabajo. Y, lógicamente, asumiendo a la vez un compromiso afectivo con la tarea que se desea acometer. Referiré brevemente un par de ejemplos de mi cosecha a fin de aclarar lo que expongo. El primer caso vinculado a la retransmisión oral y el segundo a la vivencia directa. Mi poema titulado "Composición: La Vaca" surgió casualmente ante la sórdida descripción de un hecho acaecido en un barrio muy pobre de la Provincia de Buenos Aires durante los saqueos de 1989, el cual me fue referido con particular elocuencia por un testigo directo. El impacto emocional que me produjo la anécdota, consistente en el descuartizamiento de un animal vivo a manos de la población famélica, fue en mi tan poderoso que me indujo a contrastar violentamente la escena con aquellas ingenuas composiciones literarias que nos eran reclamadas desde una escuela primaria remota e irreal. Si tiene algún valor comunicativo, seguramente nace de semejante contraste. En él coloqué mi condimento autoral:COMPOSICIÓN: LA VACASeñorita "Chispa" Migues,Maestra de mi primer grado:He tratado, desde aquellos días,de ser como soñaba usted.Hoy confieso,Segunda Madre,Que no me fue del todo bien.Los vigilantes no se dedican,como en las lecturas de "Agüita Clara",a cruzar la calle a las viejecitas.Los abuelos ya no compartenni las faldas ni los cuentossino la desesperación.Ya no canta como entonces"El sapito Glo Glo Glo".Y he sabido que Sarmiento,maestra,no sólo no faltaba nunca a clasesino que -de grande-se dedicó a regar la pampacon la sangre del criollaje.He buscado, no obstante,como se ve,mantener mi letra pareja,no comerme los mocos,y aprender de los mayores(Solo obtuve -de ese modo-historias de inconclusas gestas).De tanto en tantoHe intentado,Como lo hacia en su clase,Plasmar imágenes sobre un papel.No hay caso:Me llevo mal con la belleza impuesta.Pruebo..."Composición: La vaca"Y no acude en mi auxilioLa estampa bucólica de los caramelos "Cremalín",sino la bestia desaforadaque empujaron a la villaen los días del saqueo,y pinto literariamente un festín dantescode harapos, sangre y bufidos:"Clava su cornamenta en el polvoy la busca,cual plaga de langostas,un enjambre de cuchillos.Muge brutalmente y se tumba.Se yergue y huye torpementecayendo sin tregua sobre el costadoen donde hasta hace pocola sustentaba una pata.Tose muerte y se estrellacontra el alambrado.Después,viejos, mujeres, y niños...Gente con hambre que danzaen derredor sin que entienda.Y se la llevade a partes".Lo sé,maestra de mi primer grado,nunca volverá usteda ponerme MUY BIEN DIEZ.-En el otro caso -el poema "Roja flor en mano negra"-, sucedió que quedé prendado, durante una conmemoración de la gesta de Malvinas llevada a cabo en mi ciudad natal, del detalle producido por el contrapunto entre una humilde mano morena portando una flor y el fondo solemne de una placa de bronce. Ese fue el disparador que me permitió luego desarrollar el poema: El austero homenaje de nuestro pueblo y la grandilocuencia ceremonial de los poderosos. La sencillez y la gloria impostada:ROJA FLOR EN MANO NEGRASegundo día de abril,uniforme aceitunadogalardonado en sangre y barro,roja flor en mano negra,piel y bronce y atrás¿qué, compadre?, ¡¿Qué?!Atrás,pero muy atrás,el frío glacial.Y unas islas que, a veces,ni figuran en el planisferio,y una sonrisa jovenatrincherada,y acostumbrada a ver la guerra por TV.Y una ciudad remota,plagada de oficinistas,adonde no llegan más esquirlasque las de una malversada información.Y unos pocos voluntarios,y unos muchos incrédulos,y el show de las recaudaciones que se evaporan,y la Primer Ministro gruñendodesde los kioskos,y los aviones clavándosedesde el cielocomo gaviotas que descubrenque el pez buscado es ballena."¿Qué mierda valen esas piedras?";se preguntó un argentino.Y otro cayó, al mismo tiempo,degollado por los gurkhasa distancia sideraldel último long play de Sui Generis. Hablo de ustedes, cumpitas,y las metáforas no acuden...Los tengo que nombrar sin vueltaporque el poema no alcanza para decirlos:Mazorqueritos del Atlántico Sur,Riveritos de tierra adentro,cada criollo de buena madrelleva sus sueños de escarapela.Como escribiera un sargentocaído en aquellas nieves:"La rendición no cabe en mi vida.Después de muerto, hablaremos".Roja flor les deja-año tras año-una mano negra.Manito de la memoria:Atrás tuyo¿qué se esconde?Un pueblo sobreviviente,una casita de chapas,una estampa de Ceferino,un calentador Bram Metal,un pibe y un perro jugandoa compartir la misma sarna;aquí no se habla de Patria.Solamentese trabaja y se muere.Y se sale, de vez en cuando,sin despedirse siquiera,la vista puesta en el sur de las cosas(a sabiendas de que el norte usurpa)para volver acasoarrastrando del cabello a la esperanzao -en su defecto-en algún lugar ignotoclavar para siempre la guampa.-Es aquí donde tomo partido por una épica de lo cotidiano. De esta manera entiendo yo que -al igual que otros artistas- el poeta es un cazador de imágenes al acecho.Verdad histórica e imaginario colectivoEn su novela póstuma, "Megafón o la guerra", el gigantesco Leopoldo Marechal hablaba de una "batalla terrestre" y una "batalla celeste". Allí se pueden sondear las claves del inestable equilibrio entre lo entendido como "histórico" en tanto "hecho real", y aquello que se nutre de la imaginación colectiva, abrevando siempre en lo anterior. Yo elijo producir mi trabajo poético haciendo pié en un punto intermedio entre ambos polos de esta aparente contradicción (si digo "aparente" es porque entiendo que hablamos de fenómenos complementarios e interdependientes). Opto por una verdad histórica en tanto creo que sin pasado no hay futuro. Y cultivo una fantasía que se nutre en nuestra gente porque es ella quien demuestra , desde tiempo inmemorial, que sin sueños y sin magia no se puede afrontar el rigor de esta lucha desigual por la dignidad humana, ni acometer las grandes empresas pendientes. Un par de ejemplos sencillos en relación a lo dicho: Durante el mediodía del 25 de mayo de 1980 fue interceptado el ómnibus en que yo viajaba desde Brasil hacia la Capital Federal de nuestro país, para reinsertarme clandestinamente en la resistencia popular contra la dictadura. En dicha ocasión y durante un interminable lapso de tiempo, un Grupo de Tareas puso en tela de juicio la legitimidad de los documentos que yo portaba. Como un relámpago me cruzó la idea de hacer referencia a un matrimonio mayor que había conocido en la frontera. Advirtiendo la situación y sin previo aviso, el hombre de aquella inolvidable pareja, obrero ferroviario cesanteado por el régimen, reaccionó de inmediato en mi favor presentándose como un tío y sorteando el riesgoso entredicho. En concreto, me salvó la vida. Este es uno de los tantos hechos reales que me siento compelido a rescatar. A mi me deja una moraleja simple: El pueblo trabajador no permaneció impasible frente al horror de la tiranía oligárquica. Y ESTO DEBE SABERSE. En otro plano, a mediados de la década del 80 me tocó asistir a una fiesta realizada en una villa de emergencia de las afueras de mi ciudad natal donde años atrás se filmara parte de la película "La noche de los lápices", referida a una conocida gesta de estudiantes secundarios sumamente respetados en la región. La desaparición de mi hermana en dicho episodio me vincula con el tema aludido desde el dolor y el orgullo. En tales circunstancias, e identificándome como familiar directo de una de las víctimas, un grupo de niños que participase de la reconstrucción cinematográfica de una jornada solidaria de alfabetización me "informó" , en inconsciente alusión a la actriz protagonista del filme, que ellos habían tenido la suerte de conocer personalmente a mi hermana cuando estuvo por allí, días antes, enseñándoles a leer. Está de más expresar que, ante la convicción con que hablaban esos pibes, mi emoción fue tal que ni siquiera intenté rectificar su versión: María Claudia Falcone estaba viva para ellos. Y, en aquel instante, en su imaginario esto era cierto. Acaso fue la forma que encontraron para insertarse -en alguna medida- en unja historia que no vivieron. Esa será su historia -tan válida como la "real"-, al menos hasta que crezcan. Y ningún racionalismo positivista tiene derecho a arrebatársela.Rescatar a la poesía de su prisión librescaNo agrega nada nuevo describir el quebranto de nuestra industria editorial o el desembarco de los "tanques" extranjeros en dicho rubro. Tampoco resulta original afirmar que una economía de subsistencia ha llevado a que, merced a las urgencias de la vida cotidiana, el hábito de la lectura desaparezca de la mayoría de los hogares argentinos. Ni qué hablar en la franja juvenil a que aludí como destinataria preferencial de mi producción. Esta situación, sumada a la irrupción masiva de las nuevas tecnologías, que facilitan el acceso a la información por nuevas vías, de asimilación aparentemente menos exigente que la lectura, va cerrando aceleradamente el ciclo que Mc Luhan definiera como "Galaxia Gutemberg". Siguiendo este razonamiento, la suerte del libro -tal y como lo conocimos durante el siglo pasado- estaría echada. Ya circulan entre nosotros las obras completas de Shakespeare contenidas en soportes digitales que irán siendo gradualmente cada vez más miniaturizados. De modo que, de ahora en más bien podría creerse que escribir un libro será sentar un arcaico precedente de que se ha existido. Pero la poesía, nacida en asociación estrecha con la música, no es un género literario que se haya ceñido siempre a dicho envase. Sin ir más lejos, desde épocas remotas, juglares y trovadores la pasearon por los puntos más inimaginables del globo contagiándola a voz en cuello. Hoy se percibe en los foros encargados de cultivarla una revalorización de la oralidad. No pocos beneficios le ha proporcionado la canción. Lo dice quien conoció a Machado en la voz de Serrat y a Martí en la de Milanés. A esta altura puedo afirmar con enorme satisfacción que la mía es una poesía en circulación y uso permanente: En el aula, en la FM comunitaria, en el cancionero popular, en Internet. Entiendo pues que se impone adaptarnos a los tiempos que corren e imaginar con audacia nuevas formas de difusión esencialmente masivas.ConclusiónDesde Concolocorvo hasta Eduardo Galeano existe un vasto territorio de la escritura no reclamado por la crónica periodística ni el ensayo literario. Si el testimonio directo es tan intrínseco al documental como la metáfora lo es a la poesía, en ese cruce de caminos nace la mía. Toda poesía que se proponga militar en el cambio devendrá, en los tiempos que corren, lírica de emergencia. Así lo entendió Benedetti cuando arreciaba la represión en su Patria y publicó el poemario "Letras de emergencia". Lo propio haría Silvio Rodríguez cuando la inminente Revolución Popular Sandinista se vió amenazada por una posible invasión de marines norteamericanos, y editó mundialmente su célebre disco "Canciones urgentes". Mi humilde contribución se propone, desde la Cooperativa Sur, nacida en 1988 con el lema "Trabajadores de la cultura por la cultura del trabajo" en aquella CGT liderada por Saúl Ubaldini; hasta mi actual labor conjunta con el Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas, retomar la senda trazada por artistas comprometidos con la lucha de los trabajadores y el pueblo, como aquel Ricardo Carpani que definiera la gráfica inolvidable de la CGT de los Argentinos. Mucho me he cuestionado acerca de si lo que escribo es realmente poesía, o merece otra definición, como la de prosa poética, o -lisa y llanamente- texto poético. Y muchas han sido las impugnaciones recibidas por haber rescatado vocablos del habla popular carentes de tradición poética. De hecho, para la mayoría de los cenáculos en que la poesía se eleva hacia el Parnaso de unos pocos, nada tengo que ver con ellos. En octubre de 1990 -no obstante- recibí una carta de mi gran amigo, el difunto poeta Alberto Vanasco, que sostenía al respecto: "No puedo decirte si tus textos tienen algo que ver directamente con la poesía, pero estoy seguro que la poesía del futuro irá por esos mismos carriles". Por ahora me basta con eso.-Octubre 2004

POSTAL DE MUERTO QUE ACUSA DESDE SU TODAVÍA
por Jorge Falcone

En ocasión de la Marcha Popular de repudio al fusilamiento de Darío Santillán y Maximiliano Kostecki.

Cada vez que el operador da la orden de playcomo si secretamente sonara un levántate y andaconglomerados de señales electromagnéticasse organizan para encarnarte,y volvés a acusar,eterno en tu todavía(que es pasado y,a veces, no).Erguís el cuerposostenido sobre un codo, yreconocés que ese lugarnublado por los gases,adonde los desconocidos te miran desgarrados,es -efectivamente-la Estación de Avellaneda.Entonces el pecho se te incendiacomo en una póstuma y feroz anginay querés gritar(pero estas mudo):¿Acaso no me ven?¿Acaso no se notaque el caño de la Itakaapunta horizontal?¿Acaso no estoy solorodeado en este instantede (encargados del orden)...?Hacia el rewind,perplejo y agónico,espera Maxitu mano solidaria.Hacia el forward,un comisario embustero-que nunca tendrá paz-te arrastra como a una bolsa yte palpa como a un ratero...Eterno en tu todavía,volvés y volvés,a decirnos:Pedimos pan ytraen la guerra.Ellossiempre han sidolos fundadores de la violencia.-

PRAXIS DE TVLIBRE
por Fernando Buen Abad

Cuando los movimientos sociales se apropian de los medios.No se organizaron para crear un canal de televisión, crearon un medio que deberá fortalecer un proceso de organización con objetivos más amplios, anchos y profundos. Incluida la cultura.Canal 21 - TVLibre organizada por el Movimiento de Trabajadores Desocupados de La Matanza, en Argentina y el Movimiento de Documentalistas, se propuso satisfacer sus necesidades comunicacionales y aportar voces en la resolución de problemas inmediatos en materia de salud, educación, alimentación, vivienda, cultura y dignidad. No se trata de una anécdota “pintoresca” de “piqueteros” que hacen cosas simpáticas para granjearse limosnas empresariales o gubernamentales, (nacionales o internacionales). No se trata de crear una fuente de “divertimento” o “entretenimiento”, como lo entiende la clase media más adicta a la TV humillación. No se ha creado un reducto alternativo para las formas de penetración ingeniosas con que sueñan las agencias de publicidad más mercenarias. No se trata de una curiosidad sociológica para que vengan algunos estudiantes bienintencionados a nutrir sus tesis o monografías con demagogia estudiantil para mejorar sus calificaciones, becas o canonjías de secta ilustrada. No se trata de inventar una palanca de “cuarto poder” para ver cómo se negocia el verdadero poder de una comunidad que somete a sus necesidades el comportamiento de la comunicación. Se trata de una praxis libre. Se trata de producir televisión, sonidos e imágenes, con una historia y conciencia critica capaz de crear un mundo distinto. Se trata de una lección política y cultural que inaugura período de pruebas de todo orden, desde las pruebas técnicas, de señal, cables, sonido e imágenes… hasta las pruebas conceptuales y estéticas más urgentes en estos tiempos de miseria y barbarie desenfrenadas. Periodo de prueba que desde su nacimiento cuestiona a la propiedad privada de los medios de producción, los modos de producción y las relaciones de producción de imágenes e imaginarios televisivos. Periodo de pruebas que ya sienta en la silla de los acusados el papel del gobierno que, por un lado, prorroga concesiones a los consorcios de la comunicación mercantil y por otro lado intenta cobijar bajo, un manto de contradicciones pertinaces, al proyecto Tele Sur, que debería caminar con otro rumbo según se supone. Si las burocracias lo dejan.Era de esperarse que el 25 de mayo la primera actividad productiva de TVLibre se transmitiera en directo durante una hora y luego transmitiera un primer programa, grabado, de media hora. Era de esperarse que los camarógrafos de los Talleres Documentales de Base (de 2003 y 2004) hicieran cámara… y era de esperarse que acudieran no menos de diez grupos de medios zonales, entre periódicos y radios, interesados en cubrir la inauguración de Canal 21 TVLibre y participar de algo muy parecido a una fiesta. Además ya se inscribieron más de veinte personas del barrio para participar en los talleres de televisión comunitaria, tecnología apropiada, televisión y periodismo comunitario…que comenzarán sus trabajos la semana siguiente. Así de organizados.De inmediato TVLibre recibió no menos de setenta ofrecimientos de colaboración vía correo electrónico, entre personas e instituciones nacionales y extranjeras. Llegaron adhesiones y propuestas de convenios de colaboración mutua entre canales comunitarios de Venezuela, Perú y Chile.Además se hicieron presentes radios y canales masivos de aire para hacer reportajes sobre el evento. En un balance así, inmediato, TVLibre atinó un éxito que lo es por el interés y la atención puesta por los vecinos que ahora tendrán otra herramienta para comunicarse entre sí y comunicar a los otros lo qué les pasa y lo que quieren. Sin dejar de luchar contra lo que los somete, incluso por televisión.Mientras tanto el equipamiento de la televisora comunitaria de La Matanza, que no es propiedad de individuos ajenos a la comunidad ni de empresas privadas o instituciones partidarias o estatales, simplemente pertenece a la comunidad y es administrado bajo consenso por una coordinación pertinente. Así de simple y así de importante. Nada por encima o por afuera de la comunidad, formas y metodologías de diseño, producción y transmisión de contenidos son creados y desarrollados desde la comunidad a través de sus equipos de producción que tienen por antecedente sus propios talleres de formación y capacitación de base. El programa de comunicación, su política de comunicación y sus programaciones permanentes, vendrán de las propuestas de los vecinos de La Matanza. Saben que no basta con abrir canales de televisión “comunitarios” sólo por abrirlos, que no basta con exigir leyes, financiamientos, apoyos… que la televisión es una herramienta que puede servir casi para cualquier cosa y que tal herramienta vive hoy secuestrada económica, militar e ideológicamente para ser prostituida entre efluvios de borrachera mercantil donde reinan los atropellos, impunidades, violaciones y humillaciones de todo orden. TVLibre sabe que crear un canal nuevo no significa haber derrotado o superado a los que existen. Así de complejo.

PRONUNCIAMIENTO DEL 27 DE MAYO DE 2004
Declaración del Movimiento de Documentalistas
EN EL DIA DEL DOCUMENTALISTA

Como quería Rodolfo Walsh, volvemos a sentir la satisfacción moral de un acto de libertad. En la década del setenta, las multinacionales y el capital financiero internacional lanzan una persistente ofensiva para imponer un dominio directo sobre la economía argentina con el fin de apropiarse de la riqueza nacional. En 1975, tienen todo listo para su golpe final. Pero para ello necesitan descargar contra los trabajadores y el pueblo una represión tal que elimine todo factor de resistencia a su plan global de dominación.En 1976, las fuerzas armadas -convertidas en ejército de ocupación al servicio del imperio neoliberal- dan comienzo al más siniestro plan de aniquilamiento de la resistencia obrera, popular y antiimperialista. En este contexto es secuestrado, torturado y asesinado nuestro compañero documentalista Raymundo Gleyzer. Este 27 de Mayo se cumplen 28 años de su secuestro a manos de un grupo de tareas de la dictadura genocida. Tres años atrás, a iniciativa del Movimiento de Documentalistas se instituyó el 27 de Mayo, fecha de la desaparición de Raymundo, como el Día del Documentalista. Hoy, con este pronunciamiento, el Movimiento de Documentalistas quiere rendir homenaje al compañero Gleyzer. Pero este homenaje sería sólo una declaración vacía, si no afirmáramos lo siguiente:No hay homenaje ni gesto simbólico alguno que le haga justicia a él y los compañeros y compañeras torturados y desaparecidos que no sea continuar su lucha movilizándonos permanentemente junto a los explotados y los oprimidos.El plan de dominio imperial que torturó y asesinó a Raymuno Gleyzer y a miles de luchadores obreros y populares sigue en absoluta vigencia, oculto por el doble discurso, la hipocresía y la mentira descarada.Cada vez que un obrero resigna su dignidad de trabajador para no ser despedido, Raymundo vuelve a ser torturado.Cada vez que un trabajador sube a un tren privatizado sin saber si llegará a destino, Raymundo vuelve a ser torturado.Cada vez que un desocupado cobra un miserable subsidio en vez de tener un trabajo, Raymundo vuelve a ser torturado.Cada vez que un trabajador camina decenas de cuadras para comprar una garrafa, Raymundo vuelve a ser torturado.Cada vez que un albañil cae de un andamio, Raymundo vuelve a ser asesinado.Por lo tanto, el Movimiento de Documentalistas en este 27 de Mayo redobla su compromiso de permanecer junto a los trabajadores/as y los sectores populares que resisten luchando como el único homenaje digno hacia nuestro compañero Raymundo Gleyzer.De tal modo, como quería Rodolfo Walsh, volvemos a sentir la satisfacción moral de un acto de libertad. En el Día del Documentalista,Movimiento de Documentalistas27 de mayo de 2004

RUPTURAS Y CONTINUIDADES
por Jorge Falcone

La mirada documental argentina después de Diciembre de 2001

"El sentido está antes de cualquier producción discursiva"
Algirdas Julien Greimas

"El cine como instrumento y medio de expresión estética es, por supuesto, un lenguaje; y cada lengua tiene su gramática. Pero primero es necesario el ejercicio espontáneo y a la vez trabajado de la expresión para que finalmente puedan detectarse los códigos, las constantes, las reglas. Sería una verdadera monstruosidad que lo que esté por venir,antes de poder expresarse, tuviera que someterse a todos esos códigos y reglas".
Fernando "Pino" SolanasLenguaje y lenguas: Cine y cinematografías

El hombre, tomado en un determinado momento de su propia historia encuentra a su mundo circundante constituido como un universo de signos. En virtud de la función derivada de su facultad semiótica, resulta natural para el hombre significar cuanto le rodea, o sea, transformar a su universo externo e interno en signos. Mediante esta modificación de su entorno (al cual el animal, utilizando otra vía, se adaptaría), lo transforma en objeto de conocimiento y, así, su intervención consiste en la elaboración de una específica artificialidad. La práctica de su humanidad en el mundo consiste en elaborar esas veladuras de lo real, mediante las que se aliena definitivamente de lo natural y genera un ámbito específico a su naturaleza: el ámbito de la significación. El hombre, mediante esta actividad de transformar a lo natural en signos, resulta ser naturalmente artificial. Desde hace 108 años, el cine figura entre los principales instrumentos de producción de conocimiento creados por el hombre. Podría decirse que su lenguaje fue gestándose accidentalmente: La osadía de Proemio -corresponsal de los hermanos Lumière- montó tempranamente su cámara sobre una góndola en Venecia, y así, inadvertidamente, descubrió uno de los movimientos más bellos y descriptivos del "séptimo arte": El travelling. Cuenta la leyenda que a Georges Meliés se le trabó la manivela de su cámara en una avenida parisina mientras registraba el tránsito vehicular. Las cosas sucedieron de tal suerte que, cuando logró solucionar el desperfecto, a continuación de la carroza nupcial que filmara imprimió otra, pero fúnebre. Cuál no fue su sorpresa cuando, revelado el filme, se produjo la mágica y siniestra sustitución. Las ataduras al último paradigma del espectáculo, el teatro, mantuvieron a estos pioneros en una infancia de la mirada cinematográfica. Al lenguaje en cuestión lo enriquecieron los curiosos y los audaces. Con aquel primigenio travelling de Proemio Orson Welles exploraría luego la más verosímil de las tomas: el plano-secuencia. Y, con la yuxtaposición accidental producida por El Mago de Montrèuil, Eisenstein desarrollaría más tarde su teoría sobre el Montaje de Choque. Luego, hacia los revulsivos 70s, en esta remota latitud que nos tocó en suerte, el brasileño Ruy Guerra sostendría que acaso el plano secuencia sea el recurso expresivo que mejor representa el timing cultural de los latinoamericanos. Y hace apenas un rato, apelando a los incontables recursos que hoy ofrece la post producción digital, nuestro Fernando "Pino" Solanas renovaría los planteos eisenstenianos construyendo las tragicómicas e inolvidables secuencias de los parlamentarios "levantabrazos" y los gremialistas "besuqueiros", en su "Memoria del Saqueo".Diciembre 2001: Documental y barricadasCuando miramos develamos o desvelamos: quitamos los velos o el sueño. Ser objeto de mirada es como andar desnudo. Cuando alguien nos mira ejecuta en nosotros una expoliación. De alguna manera, a eso se dedica el documental cinematográfico, género de sólida tradición en nuestro país, donde la crisis del modelo neoliberal produce -hacia fines del año 2001- un significativo levantamiento popular y su consiguiente cuota de represión. Ya nada volverá a ser igual en la cultura de los argentinos: Si el Nunca Más al genocidio había conquistado importante terreno en la conciencia de las mayorías, desde entonces comenzaría a tomar forma el Nunca Más al saqueo. Una nueva generación de cineastas y estudiantes formados en la era de las nuevas tecnologías recurriría a su mayor funcionalidad y accesible costo y -motorizada por la violenta reaparición de la política y la historia en la escena nacional- se sumaría a las camadas ya experimentadas registrando un sinnúmero de versiones de lo acontecido por aquellos días. Para entonces, en el mundo entero el documental apela a múltiples formatos y estrategias discursivas. Acaso "Bowling for Columbine", de Michael Moore, con sus pasajes de comedia, videoclip, o dibujo animado, sea un buen ejemplo contemporáneo de la superación de la falsa dicotomía fundante Lumière-Meliès; fenómeno que en nuestro medio acaso expresan trabajos como "La sangre y el tiempo", de Alejandra Almirón, que recurre al fotomontaje y la animación digital de grafismos infantiles para construir uno de los mosaicos vivenciales más originales y emotivos que se haya realizado hasta la fecha sobre la militancia montonera. Para revisar el indisimulable impulso adquirido por el documental argentino en los últimos tres años cabría formularse por lo menos tres interrogantes:Cuál es el escenario en cuestiónAquí vale la pena recordar que el nuestro era un país bajo sospecha, sumido en una profunda crisis de credibilidad basada en la visible ruina económica a la que nos llevó una clase dirigente vitalicia y leal a los postulados del modelo liberal-monetarista impuesto por el ministro de la dictadura José Alfredo Martínez de Hoz. Tomando como referencia la emblemática pantalla televisiva, las representaciones de lo real se repartían entre el tratamiento naturalista de algunas producciones nacionales de ficción moderadamente audaces, y una obscena construcción de las noticias que llevó a los informativos de entonces a soportar uno de los ratings más bajos de su historia (hecho que propició -en su auxilio- la salida al aire de numerosos magazines de investigación basados en denuncias más o menos resonantes). Si el cine de consumo masivo compite con esa andanada de realismo que circula por la TV a la hora de construir sus ficciones, parece plausible la apuesta del documental como género, como si se apostara a desmontar el mecanismo de la puesta en escena de la realidad. No porque deje la "realidad" (o lo que pueda entenderse que este término significa hoy) de lado. Por el contrario, se acecha a la realidad en sus costados más singulares, más escondidos, sean del presente o del pasado, y se la expresa desde sus rasgos más conmovedores y dramáticos.Quién es el que miraUna nueva generación, ávida de respuestas negadas -y consagrados predecesores que no resistieron la tentación de volver sobre sus pasos-, inunda las calles cámara en mano por aquellos días. Su público potencial es una sociedad lastimada y descreída, que ya no está dispuesta a tolerar más engaños. Entonces el pueblo movilizado reconquista su derecho a escuchar otras voces, a apreciar otras imágenes. Salvo escasas excepciones, los jóvenes realizadores descreen de los cánones conductistas y didactistas del documentalismo militante de los 70s y se asoman a esa realidad candente desde una mirada perpleja(como la que exhibe María Inés Roqué en "Papá Iván", interpelando a su padre muerto en combate; o Albertina Carri en "Los Rubios", rearmando el rompecabezas de sus padres con retacitos de una memoria esquiva), inaugural(como la que ensaya el Grupo Ojo Obrero en "Piqueteros, Carajo!", aventurando la caracterización de la etapa como pre insurreccional)o indagatoria(como la de Adrián Jaime en "Los Perros", que revisa la conducta de los ex combatientes del ERP logrando momentos de entrañable intimidad). En la mayoría de los casos, la constante es no aceptar versiones de la historia "a libro cerrado".Quién es el miradoAcaso la evolución del documental sea también la de la tensa relación observador-observado. Si en los albores del género Flaherty se enfrenta a "Nanook" con ojos de entomólogo, a mediados del Siglo XX Joris Ivens se consagra como uno de los primeros corresponsales de guerra con mirada de autor, inaugurando un vínculo paritario con los protagonistas de su obra, que avanzará en los 70s hacia el predominio del sujeto social, como ocurre en nuestra geografía con "El camino hacia la muerte del Viejo Reales", de Gerardo Vallejo. A lo largo de dicho derrotero, en nombre del oprimido y de las víctimas de la injusticia se han producido muchos panfletos pretendidamente "populares", pero que en realidad no lo son; a lo sumo podría hablarse de paternalismo expresivo, usurpación de la palabra o sustitución del protagonista. De allí que el conocimiento del lenguaje y sus recursos expresivos es indispensable en el trabajo del documentalista para encontrar el mecanismo comunicativo que logre sensibilizar y a partir de allí organizar un conocimiento reflexivo del tema, evitando la doble sustitución del protagonista, que se produce cuando el realizador, además de intérprete del protagonista, se convierte en traductor de la mirada de un tercero. Pero, a decir verdad, salvo en contadas ocasiones -como en "La libertad", de Lisandro Alonso-, la mirada de Flaherty ha quedado en el camino. Hoy buena parte de los realizadores trabaja sobre el urgente tema de la exclusión social, codo a codo con sus víctimas; o bien revisa severamente a la generación de sus padres, a distancia considerable de montarle un pedestal. Acaso una de las novedades más singulares de esta etapa estribe en la búsqueda de un nuevo lugar donde posicionar el YO del documentalista, que comienza a aparecer cada vez más a menudo delante de cámaras y mezclado entre los protagonistas de su historia.Impacto de las nuevas tecnologías en la representación de lo realHacia la última década del siglo pasado el paradigma informático se impuso definitivamente sobre la producción audiovisual, brindando impensables posibilidades a la circulación de la verdad como a su tergiversación. Paradojalmente, la tecnología en cuestión ofrece tanto la oportunidad de que un hecho se convierta en acontecimiento público con absoluta inmediatez (ej. remisión inmediata -vía mail- de fotografía digital hacia cualquier terminal del planeta), como de que una diva de TV se transforme en un nuevo Dorian Gray producto del Photoshop. En el marco de la cultura escópica imperante, el razonable costo de los nuevos equipos, diseminados entre cada vez más usuarios, está creando fenómenos dignos de atención: Si existe en nuestros archivos una sola -y trajinada- versión cinematográfica del 17 de octubre de 1945, hoy contamos con un sinnúmero de registros audiovisuales del "Argentinazo" del 2001. Y cada una de ellos -obviamente- supone una subjetividad particular sobre el acontecimiento documentado. ¿Qué ha sido, en tanto, de aquel legendario plano-secuencia de Orson Welles? Alexander Sokurov lo ha dejado en el olvido filmando con su DVCam "El Arca Rusa" en una sola toma de dos horas. El sueño vertoviano del kino-glass, un registro de la vida en tiempo real -y con un mínimo de manipulación-, ya es tecnológicamente posible. Sólo resta redoblar la apuesta por una ética que reúne antecedentes insobornables, y evitar la solitaria tentación del cine autógrafo para sumirse una vez más, construyendo un discurso colectivo, en la marea irrefrenable en la que navegan los verdaderos constructores de la historia.-

SEMIOSIS INSURGENTES
por Fernando Buen Abad
La independencia política en la independencia semántica.

"¿No es el primer deber del que busca la verdad dirigirse directamente a la verdad sin mirar a diestra o siniestra?" Carlos Marx

Hay problemas nuevos para la producción de documentales1 porque, entre otras cosas, están en ascenso mil formas nuevas de producir Semiosis2. Están en ascenso fuerzas nuevas para la transformación del mundo y por eso están en ascenso desafíos específicos para la producción documental. Se expande e intensifica una oleada mundial de Semiosis revolucionaria más comprometida con la maduración de la lucha, de la fuerza y de la conciencia... eso problematiza e intensifica la tarea de documentar significados que emergen gracias el desarrollo interno de luchas sociales que tienen orígenes comunes, que no sin dificultades extraordinarias, consolidan saltos cualitativos importantes y perfeccionan los modo ideados desde abajo para transformar la realidad. Emerge una Semiosis revolucionaria que no quiere distorsiones, intermediarios ni "traductores" que lucha contra la imposición de significados alienantes3. Y no parece haber, en esta etapa, tarea más importante para los documentalistas que organizarse tras una táctica consensuada, estudiar y fortalecer esas Semiosis revolucionarias en ascenso. Contra subjetivismos de antojos caprichosos, contra todo vampirismo burocrático, contra la desorientación y los miedos, contra el pragmatismo y la improvisación cándida. Contra el atraso, contra los mesianismos, contra los sectarismos. Ese ascenso de una Semiosis rebelde4 es un salto cuantitativo y cualitativo que busca y consolida su independencia contra el discurso hegemónico, independencia conceptual, formal, estética y política definitiva... revolucionaria. No como una "novedad estilística"ni como una "monería estética"; se trata de una independencia que tiene historia y causas concretas, inmediatas e impostergables. Se trata de una independencia de significados que se adueña de cuanta herramienta se ofrece al paso para narrar el ascenso histórico de las luchas sociales con imágenes, símbolos, signos y comunicación rebeldes. Es un proceso de Semiosis revolucionaria que se produce desde las bases. Esto debe movilizar a los documentalistas en muchos sentidos porque esto significa mucho. No es difícil establecer un punto convergente en esta insurgencia de significados, no es difícil identificar como denominador común al conjunto de las luchas sociales que tomaron protagonismo entre 1994 y 2005... desde México hasta Argentina, con la expulsión de la Rua... en Ecuador, Chile, Brasil, Bolivia, Venezuela... los movimientos sociales agitan las rebeldías e imaginación de los más sensibles... y las de los no tanto. Muchos tomaron las plumas, las cámaras fotográficas, los pinceles... otros se hicieron documentalistas. Pensamiento y acción que en la producción de Semiosis rebelde, de todo el mundo, han acumulado experiencias cargadas de fortalezas múltiples y contribuciones extraordinarias. Desde Chiapas hasta las asambleas barriales, desde las fábricas, recuperadas o no, hasta las organizaciones campesinas e indígenas. Con periódicos, radiodifusoras y televisoras comunitarias y de base, con megáfonos y volantes, con muros y correos electrónicos... con documentales, reuniones, conferencias, talleres, páginas de Internet... se hace oír un lenguaje de imágenes y sonidos que buscan, como se puede y con lo que se tiene, el triunfo de los pueblos originarios, contra el ALCA, NAFTA, de los piqueteros más avanzados, de la organización obrera contra lideres sindicales mafiosos y traidores, contra las burocracias y los empresarios, contra la destrucción de los ecosistemas, los monocultivos trasgénicos, el saqueo de los recurso naturales, las privatizaciones... Semiosis pues anticapitalista y antiimperialista. De sur a norte, de este u oeste. De abajo hacia arriba.¿Qué es esta Semiosis en ascenso5? ¿Qué lugar ocupa en la problemática de la producción creadora de documentales? ¿Cómo se analiza? ¿Dónde? ¿Cuáles son sus debates y tensiones más ricas? ¿Cuáles son sus contribuciones? Intentar una aproximación crítica interesada en desentrañar las operaciones individuales y colectivas de la Semiosis revolucionaria es de interés fundamental y hay que eludir toda teoría lineal o atomista. Desentrañar la Semiosis revolucionaria implica problemas de hondura mayúscula como el problema de la libertad del pensamiento, la libertad de la expresión y la crítica contra las hegemonías de la razón burguesa. Implica el debate sobre la realidad, los resortes verdaderos y complejos del pensamiento, el conocimiento, la ética y la estética. E implica una mirada crítica sobre modos, medios y relaciones de producción documental que suponen la emergencia de Semiosis transformada por el ejercicio de la conciencia crítica, la libertad y la transformación de la realidad. Producción dialéctica de significados, emergencia de signos revolucionarios para una conciencia de la transformación permanente. El documental se nutre de la experiencia social viva. Aun con la confianza y celebraciones que merecen las Semiosis revolucionarias en ascenso, es preciso no perder de vista en qué escenarios ocurren las tensiones de tal ascenso. Hoy la producción de significado, no está a salvo de los vicios del atraso histórico que se vive. Ni en las organizaciones sociales más avanzadas ni en los documentalistas. Incluso sin quererlo, en ocasiones se repiten los formatos alienantes. Burocracias, incluso. Al identificar la presencia de ciertos focos de alienación en la producción de Semiosis rebelde se comprenden los riesgos y deformaciones en que la producción de significados puede incurrir si se despega de la base social y si pierde de vista la importancia vital de la independencia política de trabajadores. Independencia de clase. Domina el empíriocriticismo, hay sobreproducción, fetichismo utilitarismo burgués, clientelismo académico y cientificismo, sectarismos... por todas partes y camuflado de mil maneras. Este es el momento de decir abierta y claramente que es necesario contar con espacios de crítica y autocritica en el seno mismo de los movimientos que impulsan una Semiosis revolucionaria, sus marcos teórico-metodológicos y cómo debe ser planteada la liberación no atomizada de los medios y modos para la producción de Semiosis. Es que no basta con ser capaces de identificar, caracterizar y estudiar problemas en los medios y modos para la producción de Semiosis. No bastan, aun siendo indispensables, los diagnósticos más conspicuos ni las casuísticas más originales. Hace falta la práctica, el Trabajo científico, artístico, académico, crítico organizados para intervenir organizadamente. ¿Estamos los documentalistas preparados?Ninguna práctica de consenso puede pasar de largo sobre este repertorio de problemas y es suicida menospreciar la fortaleza alcanzada por la producción documental que ha sido obediente al ascenso delos movimientos sociales. Sería suicida pasar de largo incluso las tareas de crítica y autocrítica solidarias con semejante experiencia. Es ridículo e incluso estúpido excluir la crítica y la autocrítica... permanecer indiferentes a un análisis exhaustivo de los signos, símbolos, imágenes e imaginarios revolucionarios de este momento, aunque no se presenten como algunos esquemas lo hubieren previsto. Incluso por ello mismo. Acaso este momento reclame preparar el acontecimiento exigente de un consenso para la praxis revolucionaria de la producción documental, realizarla para actuar con, (no sobre6), los movimientos sociales más avanzados, desde ellos mismos, para transformarnos todos. Pero hace falta la herramienta de la crítica porque pueblos e individuos acarreamos, y no pocas veces atesoramos, atrasos y vicios de los cuales solemos no ser del todo conscientes.Las herramientas:Esta semiósis revolucionaria no se produce simplemente como "alternativa" a lo que ofrecen los medios de comunicación monopólicos, no se produce sólo como un discurso que puede "convivir" pacíficamente con el enemigo. No se construye como una ínsula para la felicidad semántica en un sólo círculo, no se produce para dejar intacto el paisaje bajo la trampa lógica del liberalismo que miente con aquello de "daré la vida por defender su derecho a decir expresarse libremente". Esta semosis revolucionaria ofrece entendimiento, claridad, interrogación, conciencia dinámica nueva, innovadora, que se mueve para movilizar y organizar a los grupos incluso valiéndose de las llamadas "nuevas tecnologías". Es independencia semántica de la clase que lucha por su emancipación. Aun cuando los costos y la simplificación de la tecnología influyan parcialmente al explicar el ascenso de la Semiosis revolucionaria, es decir una parte de ella, ésta no depende sólo de que la tecnología tenga costos bajos u operación sencilla. Eso es un reduccionismo tramposo. De ser así la propia Revolución Soviética seguiría a la espera de ofertas en las tiendas especializadas. La historia de la prensa revolucionaria es un ejemplo de que el contenido no depende linealmente de los medios disponibles para su propagación y eso no les niega importancia. Cada uno de los medios de producción documental posee cualidades expresivas propias de la misma manera que un lápiz ayuda a hacer cosas en las que un ordenador en un inútil y viceversa. Cada herramienta posee una especie de gramática no monolítica determinada por características cambiantes que dan a las Semiosis posibilidades, y limitaciones, múltiples a veces para su bien y otras no, que derivan en la fusión de códigos lingüísticos, cinéticos, sonoros, pictográficos icónicos, y una variedad de sub-códigos relacionados e interdependientes de aquellos. Pero esas relaciones entre códigos, como materia concreta para la producción de discurso revolucionario, con una semiósis revolucionaria, requiere espacios de experimentación e investigación sistematizadas y rigurosas que, sin solemnidades ni fajas, den paso a la emergencia de lenguajes nuevos. Para nosotros lo mejor está por verse.La Semiosis revolucionaria involucra a todas las operaciones mentales. Desde el comportamiento natural del cerebro hasta su culturización. Está comprometido el humor y el amor, el juego, los sueños, las emociones todas. Está comprometida la fantasía y la imaginación. Están comprometidos los sentidos y las pasiones. Están comprometidas todas las fuerzas de producción, el trabajo, el ocio y la creatividad. ¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo si pierde el alma? Toda Semiosis revolucionaria es explicable y cognoscible. Entendida como práctica humana toda Semiosis actualiza dialécticamente lo objetivo y lo subjetivo, es práctica social determinada por su historia, función e intereses de clase. Y eso no es poco o menos enigmático. La producción de Semiosis revolucionaria está atada a las leyes generales del desarrollo desigual y combinado, (y las calamidades que padece la destrucción de las fuerzas productivas) determinada por sus marcos teórico-metodológicos y por su grado de desarrollo, es producción determinada ideológicamente. No hay Semiosis huérfana. Si la Semiosis se produce contradictoriamente, es decir en una lucha, como el trabajo y por el trabajo, de la tensión individual y colectiva entre las necesidades y sus satisfactores... si la Semiosis se resuelve dialécticamente como desarrollo y ésta a su vez se resuelve como producción creativa, siempre obediente a sus marcos ideológicos, está claro que la producción de Semiosis es explicable y cognoscible por los términos de sus intereses... a qué sirve, a quién, cómo, dónde y cuándo. Si la producción de significado en todos los ámbitos de la actividad social, representa a su Tiempo, es decir le da significado, está claro que en toda producción Semiosis existe una tensión interna que sintetiza las tensiones dialécticas de su ser y modo de ser con sus propósitos prácticos de clase. Está claro, pues, que el acto de significar no es episodio místico ni arrebato idealista extraterrestre de musas veleidosas. Está claro que el acto de significar no es imitación de los dioses ni privilegio de ellos. Está claro que la producción de significado no es iluminación individualista ni dádiva del destino para provecho mercantil de algunos "genios". Está claro que el acto de significar no es exclusividad de demiurgos, no es reservorio de iluminados, no es luz de "genio" iluminador mesiánico de los espíritus. Significar es lucha y proceso desde lo inferior (desde lo simple) a lo superior (a lo complejo), de lo particular a lo general, que pone de manifiesto y realiza la lucha de tendencias internas y externas, juntas o por separado, cuya forma característica presenta un aspecto de espiral. Hoy las teorías y herramientas para la producción de Semiosis son en el presente más poderosas, eficaces, eficientes y están más concentradas hegemónicamente que en cualquier momento de la Historia. Hoy la mayoría de las maravillas tecnológicas y las conquistas humanas sirven para encerrar la Semiosis en prisiones de miseria y esclavitud. La humanidad es cada día más pobre. Se frena el desarrollo, se destruyen las fuerzas productivas. Se destruye el estado de ánimo, estamos desconfiados, desesperados y desorganizados. No inutilizados.Toda Semiosis se construye por una gama de conceptos en lucha que buscan soluciones expresivas. Esa búsqueda es también una lucha dialéctica. Es preciso participar en los procesos más íntimos de la producción de Semiosis revolucionaria, saberla colectiva y móvil, sujeta a las condiciones materiales, a la lucha de clases y a las condiciones técnicas de los instrumentos de la producción documental para crear estrategias políticas y transformar no sólo el campo de batalla de las Semiosis sino el modo de usar las herramientas de producción documental en los movimientos sociales revolucionarios. Pasar de tácticas defensivas con los medios de comunicación, algunas de ellas tácticas de resistencia ejemplares, pasar pues a un período donde surja la expresión nueva, crítica, necesaria en cada momento de la lucha. Conocer la dialéctica interna y los procesos de Semiosis desde sus tensiones en la producción y transmisión, representación y reproducción, es imprescindible para apropiarse de todas las posibilidades de enunciación y toda la riqueza necesaria para la transformación definitiva de la sociedad. Descifrar las tácticas y estrategias de una Semiosis revolucionaria constituye una etapa primordial de una lucha que también es acción revolucionaria. La tarea de crear nuevos medios y modos de comunicación incluye a las relaciones de producción. La Semiosis insurgente no implica sólo agitación política, implica también espacio para la imaginar una vida nueva incluso detrás de las denuncias más crudas y multitud de producciones que dan testimonio de ello. En no pocos espacios las Semiosis revolucionarias muestran su maduración para pasar del capitalismo al socialismo7... Proceso de Semiosis transformadora que es, poco a poco consenso y autogestión, fuerza de la diversidad unida y capaz de ejercer el control de los medios informativos independientes, alternativos... fuerza que será capaz incluso de expropiar los medios ya expropiados por las oligarquías. Fuerzas transformadoras que producen una Semiosis diversa, que opone al poder de manipulación y adoctrinamiento de la burguesía una respuesta de dignidad, de justicia, de libertad contra la explotación y el saqueo. Como ocurrió y ocurre en Venezuela donde ni todo el aparato de ofensiva mediática logró convencer a los venezolanos de que habían perdido a su presidente, su proyecto de gobierno y su revolución. Las Semiosis revolucionarias replantean su estrategia discursiva en sus propios medios de expresión y divulgación para ejercer una presión rumbo al cambio del poder por otro poder que nada se parece a aquel ni en sus definiciones ni es sus modos de construcción. Forma nueva de hacer política pues... también simbólicamente. En este terreno el documental contribuye a derrotar el concepto burgués de libertad de prensa y de expresión, el mito de la "objetividad" que es una trampa lógica para anular la intervención del productor de Semiosis rebelde8. Contra todas las campañas oligarcas que se desarrollan "en defensa de la libertad de prensa y de expresión" se multiplican las radios comunitarias las páginas en Internet, las televisoras barriales y la prensa alternativa. Se contribuye a la revolución utilizando la tecnología sometida con significados nuevos a crear educación, estética y ética nuevas. Es decir se lucha con el documental, en el documental y desde el documental para contribuir a la revolución con una Semiosis nueva que crece en el centro de los movimientos sociales de base. Y las repuestas aparecen como emanaciones de lucha que entienden cómo desde los intestinos de la bestia surgen las respuestas superadoras. Expresado como estallido de significados el documental involucrado con el ascenso de una Semiosis nueva establece su propio concepto de libertad de expresión al materializar en imágenes y sonido la dialéctica de las luchas sociales. Se trata de una lucha, en los hechos, contra el silogismo que hace pasar por libertad de expresión las libertades de la propiedad privada. Lucha del documental que desenmascara el sistema de alianzas y servidumbre entre las burguesías vernáculas y sus padres multinacionales en su idilio de solidaridad imperialista alienante. Documental que se hace una sola voz con la voz social que denuncia con mayor claridad el entreguismo faldero de las burocracias políticas. Esto hace cada vez más difícil la práctica burguesa de adueñarse de las luchas, desfigurarlas y servirse de sus caricaturas para auto convencerse de sus triunfos y desmoralizar a sus antagónicos. En este espacio las Semiosis insurgentes han cumplido un papel definitivo desde 1994 y los documentales que han acompañado y ayudado esa lucha son hoy los motores de una epoca nueva que será fundamental en la medida en que se consolide.Esta Semiosis tiene además otra característica: no se trata de una toma del sentido gracias a que alguien "le devuelve al habla al pueblo", no se trata de una Semiosis animada por el voluntarismo mesiánico de quienes se imaginan poniendo al pueblo en el centro de sus escenarios mentales... esta vez lo que se ve es que son los propios movimientos sociales quienes, desde sus bases, toman la determinación de construir con sus imaginarios los imaginarios de una lucha que se extiende exponencialmente. Esta vez no se trata de la realización del sueño paternalista que le da al pueblo los juguetes para que se exprese, se trata de la apropiación (por ahora) de algunas herramientas de producción expresiva para (acaso pronto) la expropiación de todas las herramientas. Mientras, la producción de una Semiosis revolucionaria madura, con sus tiempos, en el imaginario revolucionario de cada medio que se incorpora a la lucha para ocupar el lugar que le toca en la contienda específica. Al lado del objetivo histórico de quitarle a la clase dominante el control de la información y de la cultura, está la producción de sentido revolucionaria del documentalista antagónico a las noticias, versiones y temas que se hacen circular en los aparatos funcionales a la explotación... Emerge poco a poco en la producción de documentales la tarea de elevar el nivel de conciencian de entender el documental también como herramienta organizadora que irradia fuerzas vertebradoras con claridad hacia la toma del poder desde abajo. Ya no es fácil que los colectivos de producción documental que trabajan con una Semiosis rebelde se traguen el truco viejo de poner como centro de su crítica la conducta de los gobiernos con sus burócratas, como si fuese el único antagonista de la revolución, se ha logrado dar un paso irreversible que deja ver, cada vez con más claridad, las relaciones promiscuas de orden patronal que ejerce la burguesía sobre cierta clase política amaestrada como guardián de la propiedad privada, y lo mejor es que los documentalistas han puesto como eje la construcción de sus propias fuerzas revolucionarias para cambiar su realidad confiando en sus ideas y en sus tácticas de lucha con los movimientos sociales más avanzados9. Eso es un salto cualitativo. Semiosis rebelde mundial (10).No se puede elevar la conciencia de la lucha si la producción de Semiosis se encierra en sí misma. Avanzará muy lenta la conciencia, por ejemplo, de los indígenas si los indígenas sólo ven la problemática de los indígenas. Es magnífico el desarrollo de redes, colectivos de producción documental que intercambian realizaciones y contribuyen al conocimiento de obreros, campesinos, trabajadores de todo el mundo y contribuyen a conocer las coincidencias... impulsan la conciencia de que en todas partes muchos como uno emprenden luchas y eso fortalece la moral y clarifica al enemigo. Entre otras cosas.Y emerge una Semiosis revolucionaria mundial que lucha contra esa Semiosis hegemónica, que tiende a la sustitución del sujeto, que interpone siempre a un explicador que como voz off, locutor en pantalla, "periodista"... desplaza el testimonio directo de los protagonistas para privilegiar una puesta en escena mediática de cierta perspectiva que nunca es "neutra" "objetiva" ni desinteresada... como suele presumirse. En las Semiosis revolucionarias hay una clara interpretación de esa trampa y una propensión fundamental a construir el discurso con las fuentes directas del hecho. Contra toda mitología mediática impuesta al imaginario colectivo; contra la sumisión a los símbolos y arquetipos que han contribuido a edificar las bases del capitalismo y el imperialismo; contra un mundo único con historia, filosofía y realidad únicas construidas con estereotipos desmovilizadores, deprimentes... devastadores y alienantes11.Contra el modelo ideológico que hace pensar en las herramientas del documental como máquinas sólo útiles para la seducción o diversión para mantener a las masas alejadas de sí mismas, contra sí y domesticadas para legitimar todo lo que las explota.Una semiótica no antipática.Contra la alienación es necesaria una práctica semiótica que contrarreste y superare el imperio de los signos y de los discursos hegemónicos porque el control de los signos no es ajeno al control del poder. Contra la semosis de la barbarie impuesta gradualmente y que tiende a fijar un imaginario social donde reina la resignación, la desmovilización, el quietismo, el individualismo, el nihilismo y el pragmatismo. Contra los símbolos y estereotipos que ejercen violencia psicológica y física para fortalecer esa civilización de la explotación obra de la filosofía y la cultura del capitalismo y de sus industrias culturales. Es necesaria una praxis semiótica revolucionaria que no olvide las luchas que se libran para la producción del significado revolucionario, en sus contextos de clase y contra las metarrealidades alienantes, los megadiscursos de las redes massmediáticas, sus videosferas o iconósferas con opio mercantil traficándose impunemente la galaxia hipermediática. Semiótica para denunciar de manera directa los sujetos de la enunciación alienante ocultos tras el discurso de la moral burguesa y artífices de los mecanismos de opresión del imaginario social ¿Quiénes son los sujetos de la enunciación de los mass media mercantiles?, ¿Sus beneficiados? Es necesaria una praxis semiótica científica para denunciar todo subterfugio sígnico y toda forma de ideologización reaccionaria. Cuando la zorra predica, no están seguros los pollos. Semiótica científica para desmontar toda esa parafernalia, ciertamente fascinante, narcotizante incluso, en la Semiosis del cine comercial, las publicidades, las series televisivas regidos por efectos especiales y digitales para una megacultura de masas. Parafernalia financiada por monopolios especializados en construir armas de guerra ideológica que tienen efectos de largo alcance en los imaginarios imponiéndoles matrices de significación estereotipadas y estereotipantes. Necesitamos una praxis semiótica capaz de trabar un pacto ético solidario con las causas revolucionarias más avanzadas para colaborar en la solución de los problemas causados por la alienación, la destrucción de las fuerzas productivas y la negación de cultura libre. Necesitamos una teoría semiótica revolucionaria, no contemplativa sino transformadora, que bien pudiera intervenir, en el marco histórico de la lucha de clases, comprometida críticamente con su objeto de estudio y contra las prácticas enunciativas más perversas... contra los procesos de producción de sentido, los modos y las relaciones de producción y la transmisión y distribución de mensajes impuestos por los programadores, los dueños de los medios. Desmontar las estratagemas de la publicística mercantil, las falacias de la cultura hegemónica, la simbólica narcótica del clero, la demagogia de los oropeles nacionalistas y gobierneros y el repertorio de emblemas y fetiches burgueses con su estética del crimen, la opresión y la dominación mundial con "imagen corporativa" de la propiedad privada. Desmontar con una semiótica seria toda fabricación de signos obediente a los intereses imperialistas y a sus operaciones semánticas, sintácticas y pragmáticas para esconder los crímenes sistemáticos del negocio de la guerra, denunciar científicamente cómo operan sus estudios de recepción que culpabilizan a las víctimas, semiótica decente, no de sabihondos inentendibles, contra la alienación, contra lo que devasta las fuerzas movilizadoras de las sociedades, lo que desanima, atemoriza y atomiza. Una semiótica que salga de sus jergas y pedanterías, que se oponga a las manías empíricas y a los devaneos neo-kantianos para explicar y contribuir a terminar con toda historia de la alienación y la explotación. Semiótica que no ayude a la miseria. No olvidar las tácticas burguesas para criminalizar las luchas sociales.También una semiótica no atomista que permita ver por qué es posible que el "receptor", a quien algunos definen como pasivo, en un proceso revolucionario de transformación de la Semiosis es también enunciador gracias a un consenso enunciativo comunicacional y crítico que casi nadie estudia porque a muy pocos interesa, ya que no es negocio, y que no conocemos porque nos falta conocer todavía lo mejor de la humanidad que está naciendo... Semiótica para potenciar la generación de Semiosis revolucionaria que cuenta con las voces de otros que son su voz propia en lucha, en conjunto, en revolución social. Es urgente una praxis semiótica como estudio de signos, símbolos, sistemas de significación, prácticas significantes en contextos históricos y de clase concretos. Que sea una disciplina científica capaz de denunciar y transformar los efectos generados por las industrias culturales transnacionales, y por los medios de comunicación de masas responsables de la pérdida del sentido de transformación de la realidad. Capaz de intervenir comprometidamente en el ascenso de la Semiosis revolucionaria de los movimientos sociales y los medios y modos de producción de sentido generados hoy como pasos avanzados. Semiótica transformadora herramienta del documental, también.Ascensos a la vista.Los sistemas de significación y los procesos de producción documental más avanzados conforman hoy una 'función semiótica', que busca los detonantes de la acción, la movilización comunicativa en búsqueda de consensos para una acción mundial, integrada minuciosamente por miles de trabajadores de la Semiosis, la representación, la apropiación y construcción de una realidad opuesta, para siempre, a la miseria y la explotación. Semiosis en estado de alerta con todos los recursos de la invención y de la imaginación para intervenir organizados. Construcción de la Semiosis revolucionaria con base en el hacer mismo de las bases y sin dejar de señalar las tácticas enemigas. Semiosis para la vinculación del mensaje con una práctica social de la imaginación, la intuición... el nuevo contenido dado por la praxis de la lucha desde las células de información, al nivel de las organizaciones de base, contra el discurso del caos. Esta producción de Semiosis que se ve ya en la práctica parte de un movimiento mundial de base. Parte de principios y de hechos conjugados uno y otro al movilizar al sujeto del proceso revolucionario y de vulnerar concretamente la hegemonía del capitalismo y romper con la cultura de dominación. Semiosis revolucionaria que al movilizar también a los documentalistas moviliza formas nuevas de distribución de sus significados. Esta Semiosis insurgente no se produce en un laboratorio, es proceso dialéctico: negación de la anterior, su superación no surge de fuentes desconocidas, se debe al desarrollo lógico de la suma de experiencias acumuladas. Se trata de la conquista de una significación histórica como expresión de clase revolucionaria que no ha rechazado en modo alguno las más valiosas conquistas de la época burguesa, por el contrario, asimila críticamente y reelabora todo lo que hubo de valioso en más de dos mil años de desarrollo del pensamiento y la cultura. Hoy es un triunfo toda superación del documentalismo bucólico, purista, doctrinario, nostálgico o "neutral". Llevada por la Semiosis revolucionaria en ascenso la producción de documentales aprende, no sin dolores de parto, que no toda su experiencia, pasada y presente, es o ha sido "inmaculada", que le urge autocrítica, que el paso siguiente no puede eludir, en ninguno de los géneros documentales, las búsquedas y condiciones dialécticas que confieren fortaleza a la lucha por la construcción de sentido... significado. Hoy la responsabilidad del productor, trabajador, documentalista no puede excusarse de intervenir para expresar el movimiento real de las luchas sociales más avanzadas, es decir, sumarse para expresar las Semiosis en lucha mundial contra la barbarie, la miseria, la explotación, el opio clerical, la domesticación simbólica de los silogismos burgueses, el debate capital trabajo... bien puede el trabajador del documental ocupar un lugar de significación extraordinaria. No se puede faltar a la cita de la historia. Todos los lenguajes del documental son un instrumento, no un fin; su relación con el significado posee una tensión dialéctica inseparable del contexto de clase y el momento histórico donde se exige búsqueda y experimentación transformadoras para una revolución semiótica permanente en el corazón mismo de toda realización documental. Sin lucha revolucionaria por el significado puede suceder que sólo tengamos lenguajes huecos, (imágenes, movimientos, sonidos...muy ubicuos, muy oportunos quizá) para decir naderías. La Semiosis revolucionaria en ascenso es expresión de este momento en que la humanidad se dispone al salto magnifico de lo cuantitativo a lo cualitativo... a su desarrollo en contra de todo lo que la frena. Los documentalistas no están exentos ni por delante de esto. Lo más importante radica en que es ineludible semejante experiencia, plena de emoción, que no dejará de expresar su campanilleo misterioso, ya que, efectivamente, la humanidad comenzará a auto-pertenecerse. No hay que empezar la casa por el tejado.Referencias: http://www.rebelion.org/http://www.sincensura.org.ar www.barriodelcarmen.nethttp://alainet.org/publica/comm_mov/ http://alainet.org/publica/msred/(www.movimientos.org) http://alainet.org/1 Se alude aquí a todo documental: educativo, científico, de capacitación... todos son documentales sociales a pesar de los atomismos y desontextuaciones más recalcitrantes y en decadencia.2 "Ejército Revolucionario", "Indígena", no significan lo mismo después de Chiapas. "Cacerolazo", "piquetero" no son lo mismo desde que el pueblo argentino derrotó a la mafia De la Rua. "Resistencia" no significa lo mismo con la ejemplo del pueblo iraki, "Revolución" tiene sonidos nuevos por la música del pueblo venezolano. "Tierra" no significa lo mismo gracias a las luchas de base en Brasil. "Globalización", "trasgénicos" no son lo mismo desde Seattle y todas las protestas de obreros y campesinos por todo el mundo. "Fábrica" no es lo mismo desde que los obreros recuperan y expropias las fuentes de trabajo...3 Como en la Matanza, Argentina donde "No se organizaron para crear un canal de televisión, crearon un medio que deberá fortalecer un proceso de organización con objetivos más amplios, anchos y profundos. Incluida la cultura." Ver Praxis de TV libre http://www.rebelion.org/noticia.php?id=15842 El caso de Canal 21 TVLibre es un ejemplo embrionario llamativo por su origen y su proceso de construcción. tvlibre@wamani,apc.org es un ejemplo embrionario llamativo por su origen y su proceso de construcción. tvlibre@wamani,apc.org4 Asambleas, correos electrónicos, páginas en Internet, documentales, fotografías, reportajes, cuentos... 5 Alguna lista de datos sobre la insurgente desde 1994: Proliferación las luchas sociales, evidencias sobre su fuerza y mayor información sobre ellas. Proliferación de datos sobre la realidad (influencia de Internet) Esclarecimiento del papel del imperialismo en la destrucción de las fuerzas de producción, infelicidad e inestabilidad histórica y cotidiana. Crisis del modelo neoliberal aplicado al "Tercer Mundo" Crecimiento de la miseria. Debate profundo sobre la "objetividad" Debate sobre la realidad. Accesibilidad a cierta tecnología simplificada. Necesidad de intervención. Reivindicación de las luchas y derechos indígenas. Descrédito a las mafias empresariales y a las burocracias políticas (Gobiernos, partidos tradicionales...) Reivindicación del discurso naturalista-ecologista. Movilización crítica de las mujeres. Reivindicación de la diversidad cultural, sexual, étnica... Relanzamiento de las luchas sindicales sin burocracias. Necesidad de registros directos de tipo documental. Visual, sonoro... Formas nuevas de intervención audiovisual. Luchas contra la alienación. Conciencia contra los bloques mercantiles ALCA, NAFTA (TLC)...6 Cada vez cobra más estado público la síntesis metodológica empleada por Miguel Mirra cuando le dicen qué trabajo realizarán "quiero hacer un documental cartoneros"... otro dice "haré una película sobre Mapuches"... Mirra responde "No se hacen documentales sobre... se hacen documentales con..." Diferencia dialéctica magnífica que sacude y modifica perspectivas, epistemologías, semióticas y praxis con un salto cualitativo inmediato.7 Conviene conocer los contenidos de las 6ª Declaración de la Selva Lacandona y de las conclusiones obtenidas en las reuniones de agosto de 2005 en Chiapas. http://www.fzln.org.mx/ 8 Ahí está el documental "Puente Llaguno" claves de una masacre, con dirección de Ángel Palacios y producción de la Asociación Nacional de Medios Comunitarios, Libres y Alternativos de Venezuela. ttp://www.venezuelaenvideos.com/pt01v01.htm 9 Conviene estudiar el propio desarrollo del Movimiento de Documentalistas en Argentina que se ha internacionalizados casi desde el primer momento y que muy proto creció a saltos enormes, entre otras cosas, por su interrelación con los movimientos sociales de Argentina (MTD Matanza, EZLN, África, India...para detalles ver: http://www.documentalistas.org.ar/10 "El movimiento de protesta popular contra las transnacionales que llamó la atención en las calles de Seattle en noviembre pasado no está unificado por nadie... Las diferentes campañas (ahí presentes) no convergieron para alumbrar un movimiento unificado. Más bien, son conexiones complejas y estrechas que les vinculan una a otra, como los enlaces que conectan sus sitios Web. Esta comparación no es fortuita, al contrario, es esencial para quien quiera comprender el nuevo militantismo político. Pues, si muchos han remarcado que las grandes manifestaciones de los últimos tiempos habrían sido imposibles sin Internet, muy poco se ha dicho que Internet, por su parte, ha configurado a esos movimientos a su imagen, imprimiéndoles la forma de una telaraña. Gracias a la Red, las movilizaciones se han podido llevar a cabo con una burocracia y una jerarquía reducidas al mínimo; los consensos y los manifiestos forzados han dado paso a los intercambios de informaciones constantes, poco estructurados y a veces compulsivos". Naomi Klein Tomadotehttp://www.rebelion.org/noticia.php?id=10552 Movimientos sociales y comunicación Osvaldo León.11 Existe en el Movimiento de Documentalistas una filmografía extensa que puede consultarse para ejemplificar la variedad de las modalidades generadas por la Semiosis revolucionaria en ascenso. SI BIEN....por Miguel MirraCon motivo del lanzamiento de la Revista La Cuadrilla.Si bien, como hemos sostenido siempre, la movilización es la instancia decisiva del quehacer cultural y comunicacional, no puede obviarse el papel esencial de la reflexión y el análisis crítico en su proceso de producción. Concretada a partir de nuestra práctica, la construcción teórica y metodológica deviene imprescindible para crecer como trabajadores de la cultura y la comunicación y se constituye en el punto de referencia de la producción y la movilización posterior. Sobre todo hoy, cuando la crisis social hace tambalear la validez y la eficacia de los lugares comunes y seguros heredados del pasado en toda América Latina. Todo se mueve. Baste mencionar al movimiento de los Sin Tierra de Brasil, a los movimientos indígenas y campesinos de Bolivia y Ecuador, el movimiento zapatista de Chiapas, al movimiento popular bolivariano de Venezuela, a los nuevos movimientos campesinos, de trabajadores desocupados y de empresas recuperadas de Argentina.Todo se mueve. Y nosotros también. Revista La Cuadrilla de Cultura y ComunicaciónMovimiento de DocumentalistasCuadrilla: (sust / fem)(sinónimos) Caterva, Turba, Tropel, Bandada, Multitud, Concentración, Montón, Hato, Tropa, Gavilla, Grupo, Conjunto, Partida, Banda, Brigada, PatrullaCamada, Parcialidad, Fracción.(antónimos) Soledad, Aislamiento(argent) Grupo de trabajadores que realizan en equipo tareas de reparación y construcción en aceras y calles.TOMAR LA PALABRA por Fernando Buen Abad “En los ejércitos de antes, el militar aprovechaba el tiempo para limpiar su arma y rehacerse de parque. En este caso, como nuestras armas son las palabras, tenemos que estar pendientes de nuestro arsenal a cada momento”(Subcomandante Insurgente Marcos 25 de marzo de 2001Denunciemos la barbarie que nos acorrala y devasta, denunciemos los genocidios y la censura donde ocurran. Denunciemos la miseria. Somos testigos, protagonistas y víctimas de una guerra ideológica virulenta empeñada en imponer los valores burgueses más nocivos y aberrantes. Padecemos el gran embrollo de las mafias mercantiles trasnacionales. Se censura y asesina al espíritu rebelde, sus creaciones, enseñanzas y comunicaciones.A estas horas la palabra libre debe abrirse para que las gargantas canten tempestades de insurrección bien pensada. Palabra primero ética que estética, ciencia, técnica, artesanía, ancha e irreductible, un arma, una forma superior de lucha con sus imágenes... una “álgebra profunda”. Un producto de cierto trabajo no alienado purificado y purificante... una alquimia del ser liberado. Palabra que no es mejor o peor que otras, que no es beneficiaria de “iluminaciones” o privilegios de especie o clase. Palabra de exteriorización humana donde las formas vibran emocionalmente electrizadas. Palabra capaz de transformar la vida... cambiar al mundo.Palabra militante de la libertad e investigadora fantástica de la Imagen, rebelde en la práctica. Palabra que habrá de valerse de cuantos medios tenga al alcance para movilizar todos los ejércitos emocionales hacia el triunfo final de la humanidad en contra de todas las opresiones. Palabra transformadora que expanda e inaugure visiones y conciencia de una humanidad sin clases, sin estado, sin propiedad privada.Palabra magnética que encienda todas las máquinas amorosas para la resolución de los problemas en la vida práctica armada también con poesía para liberar a la humanidad de todo aquello que la aprisiona en los límites de sus necesidades más elementales. Palabra que gozará la vida en todos los poros como una música contraria a la estupidez y la gratuidad. Y si logramos algunas imágenes bellas esas serán las de la Revolución (no las de una secta, no las de una imposición dogmática, no las de una burocracia) Será precisamente poesía donde toma parte otra especie de música intelectual desde el fondo del corazón. Palabra contra el culto de la vanidad salivosa. Contra todo engendro vomitado a destajo en trances de prostitución o cursilería negociables. Palabra contra la palabrería santificada entre genitales insatisfechos con calenturas patrioteras. Contra los retruécanos eyaculatorios de caballeros o niñas sensibleros, se llamen como se llamen, publiquen lo que publiquen, se premien como se premien.Es decir, palabra necesaria, arma-herramienta de lucha capaz de iluminar con sus fulgores las zonas más intrincadas del la vida, de los universos interiores y exteriores, luz multi direccional, luz centrífuga y centrípeta hacedora de formas nuevas, venidas de la materia, del tiempo y el movimiento en la producción emocional de todos, la magnificencia misma de la humanidad estremecida con poesía. Palabra con luz de metralla escalofriante, luz de repetición y turbulencia que agita corazones y espasmos. Belleza convulsiva. Palabra magnética que atrae magnificencias al terreno de los hechos. Palabra lumínica que transforme al mundo... que transforme la vida.Sabemos que hay riesgos como nunca en las circunstancias presentes. Es imposible revitalizar el mundo en que vivimos, es inútil aferrarse a él, es preciso atreverse a cambiarlo desde sus logros mejores. Y eso tiene costos que son hoy por hoy ineludibles. Una vez que hayamos asumido un estado de visión semejante ya no será posible, como antes, confundir la mentira con la verdad.No es la fuerza de las palabras un medio para acceder a un mundo “ideal”, “perfecto” dogma de sectarios, sino para salir de uno falso. Para la reclasificación espontánea de las cosas según un orden más profundo y más preciso e imposible de dilucidar mediante la razón de la miseria. Para un orden, organización, sensible e inteligente. Palabras para hacernos comprender no bajo las maneras ordinarias, sino con lenguajes nuevos no exclusivos ni excluyentes, con el filo de nuestra obstinación revolucionaria encarnizada, para que conmocionemos, desequilibraremos el pensamiento hegemónico. Y, sin negar los mejores logros, avanzar desde donde estamos.En nuestros días es necesario sembrar la palabra revolucionaria por todas partes, impulsar términos nuevos hasta que el espíritu alcance la idea absoluta de la necesidad revolucionaria, en el sístole y el diástole, donde se pondrá en marcha la unidad, no uniforme, de todas las categorías poéticas. Palabras hechas por todos, no por uno, lo mejor es agruparse, no amontonarse, pero no para hacer triunfar intereses individuales, sino para cambiar la vida, las estructuras sociales y la realidad del individuo. Y no serán los poetas quienes hagan la revolución, serán los obreros y los campesinos organizados bajo un programa en el que no estará ausente una táctica y estrategia poéticas aportadas por escritores revolucionarios, poetas llamados a sumarse en la lucha como un guerrero más, bajo crítica y autocrítica permanente, acompañante de los protagonistas y protagonista a su vez.A las palabras que, son una de las más importantes conquistas de la humanidad, también ha ocurrido el saqueo, la malversación, el robo y la censura para beneficio de unos cuantos y la explotación de la mayoría. Muchos de los mejores logros de las palabras viven secuestrados bajo el imperio de comerciantes que hacen pasar por logro moral su habilidad impune para beneficiarse con lo que es propiedad humana colectiva: la producción del pensar y el saber… la Cultura. Maquinarias, medicamentos, tecnología, medios de comunicación, pinturas, esculturas, lenguajes… una arsenal de conquistas humanas al servicio de un sector o clase que con violencia administrada (Cultura bélica) saquea y destruye las fuerzas productivas de la Cultura a diestra y siniestra.No soñemos con palabras plenas y libres en una sociedad enferma. Soñemos la transformación de la sociedad y además la transformación de su Cultura, sus palabras y lenguajes. No se puede (o debe) pensar la palabra, la Cultura y los lenguajes al margen del estado que guarda objetivamente el desarrollo de las fuerzas productivas. No se debe pensar el trabajo de expresarse libremente (incluido el de la Cultura) sin los trabajadores, sus circunstancias, las calamidades que los marcan y las potencialidades liberadoras posibles. No hay tesis coherente sobre la Palabra, si se omiten las condiciones concretas donde se produce y de quienes la producen. Aunque en la concepción burguesa de lenguaje se den cita enunciados con apariencia pluralista, democrática e incluso “revolucionaria”… es necesario establecer que en una sociedad dividida en clases el debate sobre la Palabra es ineludiblemente un debate de clase. Las palabras no son un acontecer abstracto que puede despegarse de las condiciones concretas y las necesidades colectivas. La Palabra sólo se desarrollará sobre sus mejores conquistas, dialéctica y colectivamente, cuando la sociedad logre su emancipación definitiva. Y permanezca armada para defenderse. Mientras tanto los logros impulsados desde las ciencias, artes o tecnologías, hasta hoy privilegio de pocos, son sólo índices de un grado importantísimo pero parcial del desarrollo humano total. Sin un programa político de la Palabra no se pone por eje modificar semejante encrucijada, simplemente es extensión de lo mismo que ya nos ha mostrado su incapacidad para impulsar el desarrollo de las fuerzas expresivas bajo un plan distinto que sea hecho desde una humanidad en sí y para sí. En todos sus significados la producción de una Cultura, palabras. Lenguas y lenguajes no alienados, supone la existencia del trabajo no alienado y la posibilidad de participar libremente que en cada momento. Supone un pie de igualdad en las condiciones de su producción, un acceso irrestricto a las herramientas de producción y la construcción de espacios, medios y modos para la exhibición libre de las propuestas y logros. Pero especialmente supone conciencia de las necesidades puesta en programas legitimados colectivamente para una praxis no sectaria, no iluminista y no burocrática de la creación y recreación de la Cultura.Ya hemos visto que a la Palabra se la usa como Caballo de Troya. En las escuelas, los espectáculos, los círculos intelectuales y científicos… para desembarcar ejércitos ideológicos y doctrinas domesticadoras que “elevan” al espíritu de los pueblos y lo alejan de esos de hábitos “ignorantes” que afean el decorado burgués. Ya hemos visto, bajo todas sus variantes, el ataque modelizador de conductas que se visten con lentejuelas “cultas” para esconder discursos donde sólo los valores dominantes tienen cabida. Ya hemos visto el circo oligárquico de los empresarios que ven en la Palabra ese toque de “gran estilo” que hace pasar por “culto” cualquier ardid para llenar teatros, hoteles, aviones… destinos turísticos. Ya hemos visto lo que las burocracias son capaces de hacer con la Palabra para hermosear, con dadivas tramposas, el ejercicio de su poder y de sus presupuestos. Desde el capitalismo hasta el stalinismo.En general el esmero, detalle, pulcritud y palabrería con que se elaboran los planes y plataformas Culturales para la Palabra, sus lenguas y sus lenguajes, desde los gobiernos al servicio de la burguesía, son púlpitos para un clientelismo disfrazado de erudición que extorsiona a los pueblos con la jugarreta de un saber burocrático concentrado en su vanidad de poder. No les faltan especialistas, títulos ni argumentos de clase, son impecables en la logística de las prebendas y canonjías. Son suficientemente escolásticos y eclécticos, y, sobre todo, son eficientemente demagógicos. Rinden informes detallados, hacen pasar por riqueza una red miserable de auto-proclamaciones llenas de aplausos para un rey tuerto que gusta de tragar ojos de súbditos. Algunos ganan premios internacionales.En circunstancias así la división del trabajo Cultural debe desaparecer y debe desaparecer todo halo fetichista. Un trabajador de las artes, las ciencias o la educación es un trabajador más, igual que todos, sus posibilidades de desarrollo están determinadas por el desarrollo de todos y sus producciones, incluso con las peculiaridades más innovadoras, deberían ser contribución al desarrollo general de los seres humanos liberados de la explotación. Los poetas, pintores, músicos, teatristas, vídeo astas, intelectuales, bailarines… no son más dueños ni más hacedores de Cultura que los obreros, los panaderos, los electricistas... La idea de creación Cultural restringida a inteligentes o genios reproduce la separación clasista de la sociedad y la fetichiza. Los talentos individuales, que son innegables, deben explicar históricamente a qué intereses sirven.Contra la censura nuestras armas no son distintas a las armas comunes en función revolucionaria. Es decir, el arma no es una representación simbólica de lo que la lucha y el mundo son, sino herramienta de destrucción-construcción bajo la brújula de un programa revolucionario. Tatuado en las armas. Con la poética engendrada por la revolución toda arma es además relato de la gesta gracias a necesidades conscientes y a una imaginación colectiva no alienada. No son panfletos, no son pose y falacia. Las armas de la poesía revolucionaria son relato de una teoría y práctica transformadoras que recuerdan siempre sus objetivos como un reloj histórico que apunta, con sus manecillas, la hora del triunfo.Esta idea de revolución unida a la palabra no es otra cosa que la poesía al servicio de la revolución. En el corazón de la revolución reposa el amor, la poesía, lo maravilloso. La vida no es un fluir lineal predestinado, fluye en estallidos hacia fuera gracias al amor con su erotismo, por eso los modos más elevados de comunicación deben ser acción y reflexión en el pensamiento poético revolucionario. La revolución, el acto de amor y el acto de poesía no son incompatibles. La comprensión de esta premisa complementa toda nuestra táctica y estrategia… mostrar al amor como una ceremonia (un lenguaje) que no se realiza a espaldas de la sociedad y que es una necesidad primordial para una vida que se dignifique en y con la lucha. Lucha en primera y última instancia con amor revolucionario en un mundo en transición hacia un amor revolucionario permanente. El amor es en nuestra definición guerrera, reconocimiento de la revolución en la persona amada, es la libertad, es ceremonia, purificación y piedra de fundación: el misterio de la persona libre. La poesía se hace en el lecho como el amor. Sus sábanas deshechas son la aurora de las cosas. La poesía se hace en los bosques y en las fábricas, en las escuelas y en los límites. Debe tener todo el espacio que necesite.Para preguntar por la hora de la revolución la humanidad debe preguntar por sí. Entonces otro mundo puede nacer de la contradicción entre lo que vivimos y cómo queremos, debemos, merecemos vivir. Puede nacer una revolución ahí donde la conciencia se disponga a evitar toda caída en la miseria del mundo. Eso será también poética revolucionaria que, de la teoría a la práctica, y viceversa, contribuya, objetiva y subjetivamente, en la destrucción del imperio burgués y al ascenso del espíritu libre, hacia una humanidad plena.Seguramente lo que no avance con la revolución terminará disecado en alguna vitrina de la historia, acaso como testimonio de lo que hubo de morir para que naciera lo nuevo. Y la poesía no está exenta de semejante dialéctica. Hubo quizá gérmenes revolucionarios en toda obra que se propuso impulsar el desarrollo humano. Probablemente estuvo presente en todo salto cualitativo que implicó avance. Pero muchas afluentes revolucionarias en la cultura quedaron paralizadas, por razones endógenas y exógenas, de manera desigual y combinada, hasta el punto de impedir el desarrollo de sí y desde sí. Lo revolucionario cesó de serlo incluso en la poesía hasta romper con sus términos esenciales y cancelar incluso su definición.Cada uno es libre de decir y escribir lo que le agrade, afirmaba Lenin en 1905, la libertad de prensa y de palabra debe ser completa. Tomemos el derecho de llevar adelante, tanto en literatura como en arte, en ciencia, en educación, en agricultura y en carpintería… la investigación de nuevos medios de expresión, como derecho de la humanidad de continuar profundizando el problema humano de la libertad y renunciar a juzgar la calidad de una obra por la actual vastedad de su público. Opongámonos a cualquier tentativa de limitación del campo de observación y de acción que la humanidad aspire a crear intelectualmente para atender sus necesidades cambiantes.Logremos un acuerdo sobre las condiciones que, desde un punto de vista revolucionario poético faculte al arte, a la ciencia… a la poesía toda, a participar en la lucha emancipadora, permaneciendo enteramente libres, en su dominio específico. Sin que libertad implique indiferencia, sin que libertad suponga falta de solidaridad con la lucha obrera y campesina. Acordemos luchar contra quienes consienten que el arte, la ciencia y el pensamiento todo, sean sometidos a disciplinas incompatibles con sus medios, ratifiquemos nuestra voluntad deliberada de atenernos a la fórmula: toda la libertad en arte.Coincidamos en que bajo las condiciones actuales de genocidio, en todas sus formas, la tarea suprema del arte, la ciencia y el pensamiento es participar conciente y activamente en la preparación de la revolución. Acordemos que ni científicos, ni intelectuales, ni aristas pueden servir a la lucha emancipadora a no ser que estén subjetivamente penetrados por la necesidad revolucionaria organizada, social e individual, que traduzca el sentido y drama de la revolución en sus nervios para que procure libremente dar una encarnación artística, científica etc. a su mundo interior y exterior.Coincidamos en no someternos a burocracia o secta alguna. En no aceptar la felicidad por etapas o en un solo país. No esperemos de la burguesía y del estalinismo nada que no sea execrable. Coincidamos en que es necesario organizarnos, que si la organización es, en lo posible, expresión de avance, nuestra situación es francamente atrasada, poco inteligente y acaso miserable. Aunque nos cueste a muchos será necesario someter a crítica atenta ciertos pensamientos nuestros que nos impiden luchar juntos. ¿Queremos, podremos?Seremos capaces de encontrar la poesía Revolucionaria si trabamos un conflicto universal contra la lógica de la miseria. Si nos oponemos a cuanto reduce La poesía revolucionaria a un marco literario o decorativo. Si reunimos fuerzas de sobra para dar fin a toda farsa siniestra, a esta pulsión burguesa delirante y enloquecida que nos explota, a este circo de bestias asesinas. Todo está aún por hacer, lo estará siempre. No hay obra acabada. No se admiten compromisos dubitativos. La historia de la humanidad renacerá de la noche bajo el pico de una cigüeña tartamuda. Es nuestra realidad.Ataremos el viento a los cabellos de la poesía revolucionaria y al plan de los obreros en una batalla de arco-iris extremo donde se apoye todo pie para montar estrellas. Batalla arco-iris en las entrañas del cielo que tomaremos por asalto con el engranaje perfecto de pétalos a caballo galopando la risa de Marx, de Lenin, de Trotsky y de Engels. Poesía conciente de sus determinaciones histórico, culturales. Es decir una poesía revolucionaria como luz que busca el ojo hasta que lo encuentra, como balbuceo que busca su lengua astronómica y la encuentra, como luz de idioma magnético. La poesía revolucionaria pastará ensimismada sobre las voces obreras nuevas. Algún día, lo sabremos sin secretos, saldrá un arco-iris como un tranvía, haciendo el amor y del amor saldrá una selva, una flecha, una liebre, una cinta, una catarata, una mirada nueva hoy escondida al fondo del ojo.Cuantos se impongan la misión de construir una pensar y hacer poesía revolucionaria lucharán contra los sacerdotes de la “inteligencia” burguesa, y apuntarán, contra todas las miserias, las armas del marxismo de largo alcance. Y nos urge organizarnos. Es necesario que se sepa, es necesario que alguien lo diga con voz de mariposa milenaria, profeta de constelaciones, mientras bailamos sobre el azar de la vida y empezamos los años y los siglos nuevos como cascada épica sobre el cielo. Después de tantos siglos y más siglos andará por la tierra la poesía revolucionaria con miríadas de frases proféticas que se convertirán en constelaciones. Como una ruta hacia el horizonte de la revolución ahora luciérnaga-volcán del futuro donde los astros crujirán las entrañas y el cielo cruzará la garganta del poeta que lo toma por asalto.Desafiaremos al silencio incluso con blasfemias y gritos hasta que caiga el rayo ansiado de esa alquimia de poesía revolucionaria que nos llevará al otro lado de la periferia consciente e inconsciente… Sonora como el fuego de una orquesta de sirenas. Como cuna de todas las lenguas nuevas de donde salga una flecha contra la barbarie higiénica, limpia, entre ruinas de humanos en los mercados plantados de preceptos. Poesía revolucionaria para escuchar la elocuencia de las estrellas y la oratoria del árbol, del alma y la luna almendra. Poesía protesta en gritos oceánicos y araño al destino de los miserables. El eco de voz que hace tronar el caos.Mientras los astros y las olas tengan algo que decir será por boca de la poesía revolucionaria que hablará a los hombres como procesión de instintos que asciende en pos de la verdad a la hora de vivir la libertad como instinto contagioso de campanas con pies de arroyo.Lo posible, mientras tanto sigue siendo extenso y desafiante. También lo imposible. A estas horas el sol tantea el último rincón donde se guarda la poesía revolucionaria. Y nace una selva mágica y sube un canto de mil barcos que llegan. Es hora de despertar en todas partes un sueño que saca al hombre de la tierra para que tome el cielo por asalto. Y lance pájaros con esperanza al amanecer de la bóveda como amor y paciencia de la poesía revolucionaria con que nos frotamos las manos y reímos, nos lavamos los ojos y jugamos. Cada tiempo tendrá insinuación distinta. Todo es posible en este mirar sencillo los subterráneos de la vida, nada será lo mismo. Esta poesía revolucionaria teje ya las noches y las mañanas para que el paisaje se llene de locuras frescas y el trigo vaya y venga de la tierra al cielo, del cielo al mar, buscando las cosquillas de las espigas.Se trata del estado superior de las imágenes... su “álgebra profunda”. Su realización purificada y purificante... la alquimia materialista del ser dialéctico. Por causa de heridas que nos atan las alas, la magia poética lima los barrotes y hurta la llave de los sueños encerrados bajo una certeza de raíces en cielo rebelde que no huye de nuestros mares íntimos. La poesía como estrategia de la vida, producción humana monumental que escampa horizontes, revela territorios, expande el deseo. Podemos creerlo, la poesía revolucionaria tiene el mismo poder que los ojos de la amada. Hace pensar en el comienzo del mundo que sigue su órbita concienzudamente.Los verdaderos poemas revolucionarios son incendios cósmicos como el amanecer. Se propagan e iluminan sus consumaciones con estremecimientos de placer o de agonía. Huyen de lo sublime externo. Hablan una lengua de corazones bajo las leyes del sol entre nubes comunicantes y colchones de neblina intermitente. Las llamas de la poesía revolucionaria ven las montañas, los ríos, las selvas, el mar, los barcos, las flores y los caracoles. La noche y el día, eje en que se juntan el gran poeta y su caballo, que come alpiste, calientan su garganta con claros de luna.Por cada gota de poesía revolucionaria la montaña hará suspiros que conocen los secretos de la noche, los martillos y los monederos falsos. Aquél que bebe el vaso caliente de la poesía revolucionaria conoce la ruta de la fatiga, la estela hirviente que dejan los almacenes de recuerdos.La poesía revolucionaria es semejante a una red parpadeante de aerolitos sin testigo, se levanta en el corazón y baja los párpados para hacerse la noche del reposo agrícola. Es cazadora de pájaros sin corazón. Está quizá al extremo de la canción próxima y será como cascada en libertad y rica como línea ecuatorial.Todas las cobardías, las abdicaciones, las traiciones que quepa imaginar no lograrán impedir la erupción descomunal de la poesía revolucionaria. Por eso la fidelidad inquebrantable a las obligaciones que impone exige interés por el riesgo. La poesía revolucionaria vivirá incluso cuando no quede ni uno de aquellos que fueron los primeros en percatarse de sus promesas. Es demasiado tarde ya para que la semilla no germine infinitamente en el campo humano, pese al miedo y a las restantes variedades de hierbas de insensatez que aspiran a dominarlo todo. Si deseamos librarnos de la apatía ante la miseria hay que encuadrar la experiencia de la poesía revolucionaria en todos los frentes donde se libre una lucha real contra la ignorancia. Cada época padece de un mal concreto y la época actual padece de un imperialismo agudo.No hay tiempo que perder, para hablar de la poesía revolucionaria como un agricultor que sale de los cruzamientos de la espera, urge una sinceridad nueva contra la miseria.No hay tiempo que perder, todo esto como la letra cae al medio de pájaros anónimos que cantan como el rubí en el cerebro de las mariposas.No hay tiempo que perder, el buque tiene los días contados, se abren las estrellas con sus banderas que estallan de semillas y alguien aprieta los pedales del viento, pasa el rebaño de estrellas en olas nuevas de materia desnuda. La revolución no viene de tan lejos a pesar del odio petrificado como un sombrero.No hay tiempo que perder, nos hablan los horizontes aun imprecisos con su boca de selva montaña y noche. La lengua traza arpegios sobre el camino. Darse prisa, darse prisa. Están listas las semillas y esperan una orden para florecer por su escalera proletaria antes del viaje al cielo. La poesía revolucionaria hace temblar a la licantropía con sus garras viento.No hay tiempo que perder, conocemos el camino sin límites obediente al instinto de los sentidos. En el tapiz del cielo se juega nuestra suerte y urge tomarlo por asaltoUn cortejo de horas golpea el futuro, se juega el alma, la suerte vuela todas las mañanas con los ojos llenos de fusiles refugio del cielo.La poesía revolucionaria tiene los pies atados a su estrella propia que plantará continentes sobre los mares. Lo aprovechable sólo lo aprovechable para la vida que preparan los obreros con sus astros sonrientes color mundo y carne. Catarata libertad y río lleno de corazón sobre la tierra pájaro celeste tras los barcos magnéticos de las palabras que tienen sombra de astros. Poemas que tengan fuego de rayos e incendien donde caigan, que no se congelen en la lengua, poesía con imanes para el alma de luz y cascadas lujosas. La poesía revolucionaria será música de espíritu cítara, plantada en el cuerpo que estallará en luminarias dentro del sueño. Poesía revolucionaria mojada en mares no nacidos como un combate de estrellas y veleros que parten a distribuir el alma rebelde por el mundo.Verdaderamente no se puede jugar con la poesía. La función de la poesía revolucionaria consiste en organizar de manera diferente ideas e intuiciones que tenemos medio esbozadas, hacernos ver mejor, hacernos ver "a través de", ponernos en sintonía con nosotros mismos, y con todo lo que nos rodea para organizarnos mejor, luchar mejor, buscar lo mejor en cada acción humana. Las anotaciones personales y los subrayados desde el primer momento deben tener una proyección hacia el futuro, de cara a la revolución. Cuanto más importante es el problema y más densa la problemática de clase, tanto más necesaria la poesía revolucionaria. Hay que trabajar sobre la poesía con la poesía para la revolución en caliente, desde una concepción de clase.El meteoro de la militancia cruza por el cielo como aviador de estrellas cuidado por la aurora como aeronauta y estrella errante que los ojos han visto entre los pájaros. Ante la guerra sin cuartel, debajo de las luces y las ropas colgadas, la tierra y su cielo cantan en las ramas del cerebro la clave del campo inexplorado. Hay un espacio despoblado que es preciso poblar con poesía revolucionaria, con semillas abiertas, juegos y aerolitos de violín que nos traen el recuerdo del horizonte nuestro.Si nos armamos con la poesía revolucionaria y la vivimos plenamente, desde el interior, aprenderemos a orientarnos en estos mundos. Las preguntas fundamentales no provocarán en nosotros el reflejo feo de hojear mentalmente el pasado, para "volver a ver" la página en la que está todo explicado, sino, más bien, el reflejo de "situarnos" con la imaginación concreta en una revolución plena, en una solución impregnada de amor geológico, y después al "mirar a nuestro alrededor", describiremos que vemos una humanidad para si.Todos los lenguajes son un instrumento, no un fin. Sin poesía puede suceder que, si sólo sabemos los lenguajes, nada tengamos que decir. Hay que estudiar los lenguajes todos mientras se estudian otras cosas, no en lugar de estudiar. La poesía revolucionaria se baña en algún piano donde brotan las palabras como recuerdo de música en el silencio. Nadie impedirá que La poesía revolucionaria se clave en la eternidad para alumbramos con fuego la suerte. Y con nuestra carne florezca donde el aliento se corta para hinchar las campanas de todas las estrellas sobre los ríos desbordados como hoguera imperativa con olor de pasión que invadirá al orbe del futuro.La poesía revolucionaria se ocupa y se ocupará constantemente, ante todo, de reproducir este momento ideal en que el hombre, presa de una emoción particular, queda súbitamente a la merced de algo «más fuerte que él» que le lanza, pese ciertas limitaciones de su realidad, hacia los ámbitos de la revolución permanente. Al salto magnifico de lo cuantitativo y lo cualitativo hacia su desarrollo en contra de todo lo que lo frena. Lúcido y alerta, sale, después, a enfrentar un paso nuevo. Lo más importante radica en que es ineludible semejante experiencia, plena de emoción, que no dejará de expresar su campanilleo misterioso, ya que, efectivamente, la humanidad comienza a auto-pertenecerse. La poesía revolucionaria tiene un mirar de vértigos. Alborada que borda certezas sobre el cielo que tomará por asalto y del que todos tomaremos tinta sin nombre. Poesía lengua de obra y lucha que hablaremos para siempre vertiginosos. Belleza convulsiva que abrirá para siempre esta caja de mil fondos llamada humanidad.Deberíamos re-inventar, con poesía revolucionaria y a partir de sus logros máximos, las obras todas dadas hace siglos. La hora de la poesía revolucionaria es también una hora de transformación de nuestras necesidades en rompecabezas bastante más refinados. Los conjuntos naturales de objetos y de fenómenos, tocados por la poesía revolucionaria, ya no coinciden con nuestros pensamientos ordinarios. La realidad impone problemas nuevos, exige luchas nuevas y estrategias nuevas. Dejemos de esquivar, levantemos la poesía revolucionara contra la vida miserable a que nos condenan a vivir. Levantemos unidos la poesía revolucionaria como ejército de luz, contra las emboscadas. Al lado (o detrás) de millones de obreros que levantan al cielo sus banderas de aurora, la única esperanza, la última esperanza contra el hambre eterna y el descorazonamiento, contra la angustia que cuelga de los pechos. Contra las alucinaciones de la angustia tantos siglos acumulada como lágrima inmensa. Contra la muerte infiltrada de rapsodias burócratas, infiltrada de pianos tenues y banderas camaleónicas con transfusiones eléctricas de pesadilla y fatalidad en nombre de un idiota.Démonos la unidad, no uniforme, como flor de manos en acción y muchedumbres de aullidos rebeldes. Para que los mundos galopen en órbitas sin angustia. Para que se rompan los candados del cerebro y un huracán de poesía arrastre la podredumbre. Para que resuene otro violín gutural acompañando al piano de la revolución. Para que otra voz embrujadora traiga su gramática olorosa y triunfal como tempestad ardiente en nuestros cráneos.No hay métodos rápidos ni técnicas milagreras para Unidad ni para la poesía Revolucionaria. El poeta revolucionario debe saber que toda oficina, toda fábrica tiene su buena cuota de ritualistas obsesivos, de sádicos, de petulantes... El especial sadismo de la burguesía sabihonda a costa del ignorante tiene una larga historia, densa y amarga... Durante siglos, los profesores, los preceptores, los maestros de música y de canto eran, entre otros, en realidad, sirvientes... ¿Y hoy? ¿Dónde estamos parados? ¿Qué nos une? ¿Quién fabrica nuestra incapacidad organizativa, de unidad, de lucha, juntos… no revueltos?La poesía revolucionaria está aquí ¿Se escucha? Está detrás del ruido siniestro en los pechos cerrados. Abrirá la puerta del alma con un suspiro de huracán. ¿Acudiremos?Y la tarea primera sigue siendo contribuir, sin dogmas, con la organización revolucionaria como un telescopio que apunta la cola de un cometa infatigable. No hay puerta de salida sin la revolución y sin su poesía. La unidad producirá grietas al fondo del infortunio, del tiempo y de nosotros mismos… por ahí se filtrará, a través de todos los espacios y todas las edades, el viento de la revolución que se enredará en la voz contra esta noche fría de gruta en huesos de miseria. ¿Eso es poco? Desorganizados somos como un barco que se hunde y apaga sus luces en las aguas de la impotencia, mientras, los perros burócratas ladran a las horas que se nos mueren.Acordemos la unidad porque muchos siguen haciendo pasar por “poesía” una impostura decorativa de “artistas” dedicados a disfrazar, estéticamente , la miseria. Mueven la cola, hacen gracejetas al patrón que saca cheques para comprarles, rentarles, exhibirles obra. Siguen haciendo pasar por “poesía” el idealismo solipsista, más enfurecidamente nihilista.Coincidamos en unirnos en un Frente Mundial revolucionario con lugar para disentir y construir. Frente que sea frente y no espaldas de algo o alguien. Frente que no nos diluya, que no nos corporativice. Frente para no dejar de ser lo que pensamos y somos y para dejar de serlo sólo si lo deseamos y acordamos. Frente para ganar, no para que nos ganen. Frente para acompañar la revolución obrera y campesina, no para ilustrarla ni usufructuarla. Frente para la unidad no para la uniformidad. Frente confiable, no rentable.Coincidamos, porque es posible, para lo inmediato y lo mediato. Para lo de hoy y lo de siempre. Por lo legal y por lo legítimo. Por la esperanza y por la panza. Por la dignidad y por la espontaneidad. Por el humor y por el amor. Por el salario y por el ideario.El caso es que una buen día quizá cuando el cansancio y la rabia nos antesalen a la noche, antes de caer dormidos, percibiremos nítidamente articulada, hasta el punto de que resulte imposible cambiar ni un solo elemento, la imagen de una revolución plena, no ajena al sonido de nuestra voz, de cualquier voz, como una frase nueva que llegará hasta nosotros sin llevar en sí el menor rastro de distancia y que, según ciertas revelaciones de la conciencia, nos ocupara el resto de la vida. Esa frase, la frase revolucionaria, parecerá, en un insistente, casi atrevida como el cristal. Aparecerá como un lenguaje nuevo de guerra poética, que no podrá entenderse más que hundiendo sus raíces en el humus revolucionario de los obreros y los campesinos para nacer como una planta nueva siempre. Grabemos rápidamente tal frase en la memoria, y, cuando nos dispongamos a pasar a otro asunto, el carácter orgánico de la frase retendrá nuestra atención. Y entonces poblaremos su vientre con una militancia nueva que se prolongara en la sangre a que responderemos sobre el surco de un arado de luz y ojos enaltecidos.En el examen de la historia no sólo hay que saber, sino que hay que saber de una cierta manera poética. Tiemblen farsantes, uno conoce muy bien sus estrategias. Estamos en pie de guerra con nuestro cielo lleno de estrellas que esperan convertirse en poesía revolucionaria, con salpicaduras de astro que sopla sobre el pecho montañas a altura de los deseos. El entusiasmo intacto. Vivitos y coleando. Nos daremos la vida, desde esta muerte que nos dan y contra ella, si juntamos todas las frases revolucionarias, si las organizamos, aquí y allá, para tomar el cielo por asalto, hoy cercado con balas.“Cada palabra que se pronuncia aquí dice al menos esta única cosa: que esta humillante época no ha podido ganarse nuestro respeto” (H. Ball).